El establecimiento de Villanueva del Ariscal, fundado en 1910, ofrece desayunos con pringá y carne mechá elaborada por ellos mismos y que «abrigan» con pan del horno Jacobo muy bien tostado

 

Lo de Alondra viene porque el bisabuelo Manuel, que fundó el establecimiento en 1910 tenía en los salones del local unas jaulas con alondras, tórtolas y perdices. Por entonces el sitio se le llamaba «Casino», porque era costumbre llamar así a los sitios que servían café y tabernas a los que atendían las «necesidades» de vino en el pueblo. Lo cuenta uno de sus nietos, Angel Boa Limón. A sus 68 años continúa tras la barra del negocio de la familia al que también se ha incorporado ya la cuarta generación: Marcos Boa Buda y los hermanos Manuel y Angel Boa Rivera.

Por la Alondra han pasado, además del fundador, Manuel Boa Luna, su hijo José Boa Bernárdez y sus hijos, Manuel, que ahora regenta el famoso bar Dueñas de Sevilla, José María, ya fallecido y Angel que se ocupa de regentar el local de Villanueva del Ariscal.

Manuel, que regenta el bar Dueñas en Sevilla y su hermano Angel en la puerta del bar Alondra de Villanueval del Ariscal. Tras ellos una placa que muestra el año de fundación del establecimiento. Foto: Cosasdecome.

El Alondra está situado en el mejor sitio de Villanueva del Ariscal, en una plaza de esas con encanto donde también está el ayuntamiento de la localidad, el mercado de abastos, en el que tan sólo funciona ya una pescadería y la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves.

La Alondra es un monumento más de la plaza, porque el sitio es de esos con encanto. Lo primero que se te viene a la vista es una pequeña terraza situada tras una rejas que la rodea. Encima, tapada por el toldo que protege a los comensales de las inclemencias del tiempo, un azulejo de grandes dimensiones anuncia el nombre del sitio. Dentro un par de salones con mensajes con un toque religioso por las paredes, fotos de familia, una estantería donde venden naranjas y una pequeña cocina que se ve desde la barra, otro sitio con encanto del sitio, de esas largas, hechas para apoyar el codo y charlar.

La barra del bar Alondra. Tras ella puede verse la cocina del establecimiento, situada a la vista del público. Foto: Cosasdecome.

Una de las terrazas del Alondra, rodeada de una pequeña verja. Además tienen otra en la plaza. Foto: Cosasdecome.

Pido cafelito, descafeinado, que ya estoy mayor, y solicito a Ángel que me diga los panes de la casa. Hay bobas, molletes, pan de bollo y algunas opciones integrales. Todo viene del horno Jacobo de la localidad. Para ponerle me ofrece las dos estrellas de la casa, la carne mechá, que ponen, si quieres, con su salsa, o la pringá del cocido. «Las hacemos nosotros» señala el hostelero, sonriente.

A los dos minutos, más o menos, que no estoy con el cronómetro puesto para desayunar, aparece su sobrino Marcos con el cafelito y la boba. Viene partida en cuatro cuartos. Está en estado de crujientito y la pringá, influenciada por el calor del pan se han puesto en estado templaito. Primer bocado. El pan tiene una miga más tierna que las almohadas de El Burrito Blanco (no sé si se siguen fabricando, la verdad) y el relleno es suave, como una especie de paté pero más rústico, con pequeños tropezones.

La boba partida en cuartos. Foto: Cosasdecome.

Marcos Boa señala que es el que se encarga de prepararla. Hacen un cocido semanal para obtenerla y siguen al pie de la letra la receta de la abuela Concepción Limón que fue la primera que la hizo. Lo mismo ocurre con la carne mechá de la casa, que se puede tomar sola, con un poquito de aceite o con la propia salsa en que se guisó. Prometo peregrinar de nuevo para probarla porque soy partidario de que la carne mechá tiene que ser beatificada.

José Boa Bernárdez sucedió a Manuel Boa en la gerencia. Foto: Cedida.

Angel destaca que la pringá y la carne mechá no solo la ponen para desayunar, sino que también la sirven luego al mediodía en montaditos con un pan más ligero «porque es para el tapeo». La Alondra solo abre para desayunos y cierra después de la hora de almuerzo. Se puede reservar mesa si se desea aunque aquí lo fuerte es el tapeo a base de montaditos, la ensaladilla de la casa, que también tiene muchos seguidores, según los Boa, y la carrillada. De todos modos suelen tener, sobre todo los fines de semana, algunas cositas más.

Horarios, localización, teléfono y más datos del café bar Alondra, aquí

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