El restaurante de Alcalá de Guadaira ofrece una carta especial con carne de vacuno de 10 razas diferentes que asan a la parrilla. Además cuentan con un horno para hacer corderos y cochinillos
Si los vientos son favorables huele a carne a la brasa hasta en la A 92. El restaurante está a pie de carretera, a la altura de Alcalá de Guadaira. El sitio sigue conservando la magnificencia de estos establecimientos para el descanso de los conductores.se ve de lejos. De hecho sirve desayunos cuidados con pan de la localidad, pero Casa Ramos se ha convertido en algo más, en un sitio de peregrinaje para «carnívoros» dada la fuerza de su oferta donde suman hasta diez razas diferentes de vacuno provenientes de varios puntos del mundo y que asan a la parrilla en más de 30 cortes que van desde el novedoso «T-Bone» hasta el clásico chuletón de más de un kilo de peso.
Una parrilla de dos metros de largo y 70 centímetros, de ladrillo refractario y placas de acero inoxisable para asar la carne preside el patio de entrada al establecimiento. Es una inmensa terraza, que puede cubrirse con toldos si el tiempo lo demanda, donde caben más de 250 personas. Muy cerca una cámara de maduración de carnes donde descansan inmensos lomos de vacuno que terminan de «afinarse» hasta que alcanzan el punto óptimo de sabor y ternura. El género se muestra en dos grandes vitrinas expositoras.
La llegada de los Ramos
Los hermanos Joaquín y Félix Ramos (50 y 46 años) decidieron hacerse cargo del establecimiento en noviembre de 2014. El reto era importante, un local de grandes dimensiones y ampliamente conocido, la Venta Montecarmelo. Para lograr que un «buque» así, un trasatlántico, funcionara estos dos hosteleros aportaban una larga experiencia en el sector. La familia Ramos se dedica a la hostelería desde hace 3 generaciones.
La cosa la empezó el abuelo con la Venta Joaquín en Sevilla allá por la mitad del siglo XX. Le siguieron luego sus hijos Joaquín y Félix que pusieron en marcha en 1985 el tablao flamenco La Caseta. La tercera generación hostelera es la de Félix y Joaquín, hijos del primero de los anteriores. En 1993 pusieron en marcha el restaurante Los Faroles, en el polígono La Red, un sitio de desayunos y menús del día cuya gestión mantienen. Luego también acumularon experiencia en celebraciones en el club de tenis La Oromana.
Cuando se hicieron cargo de la venta y decidieron cambiarle el nombre para llamarse «Casa Ramos» vieron también que debían ofrecer algo diferente «que atraiga al público hasta aquí. La solución la encontramos en la parrilla de carne. Habiamos trabajado ya algo en La Oromana y vimos que en la zona faltaba un local de estas características, especializado en la parrilla. Colocamos una primera en abril de 2015, tenía casi un metro y la respuesta del público fue muy buena».
Más espacio
Ahora, 3 años después, han duplicado el espacio dedicado a asar las carnes a lo que suman también un horno de leña para asar, por encargo, cochinillos y corderos. El local es inmenso. Tienen varios salones «y si es necesario podemos llegar a atender a 500 o 600 personas a la vez pero hemos decidido, porque nos interesa atender bien al público, no utilizar todo el sitio y sólo admitidos un máximo de 300 o 350 personas. De lo contrario el servicio se retrasa y eso no es bueno».
Carta dedicada en exclusiva a la carne de vacuno
El tercer gran paso lo acaban de dar ahora, en el pasado mes de octubre cuando a su carta habitual han unido una carta específica dedicada en exclusiva a la carne de vacuno. Lo han hecho en colaboración con la empresa Ostrea Sur, una distribuidora de Sevilla que se está especializando en la comercialización de carnes de alta gama. La firma ha puesto en marcha el proyecto «Sevilla Meat & Grill», una ruta «carnívora» por la que algunos establecimientos ponen en marcha en sus locales cartas dedicadas en exclusiva a la carne».
Félix Ramos señala que «nuestra apuesta por las carnes a la parrilla es muy importante. Vemos que hay mucho interés del público por este tema. La gente viene ya sabiendo sobre carnes, sobre su maduración, sobre su procedencia. Cada vez es más habitual que la pidan menos hecha porque así se aprecian mejor sus cualidades».
El catálogo, que Casa Ramos quiere mantener de forma ininterrumpida, llama la atención. buey y ternera rubia gallega, vaca cebona, ternera de raza retinta traida de la provincia de Cádiz, ternera de Avila, buey irlandés, animales de raza Simmental o Angus, novillo argentino y la famosa carne de Waygu, un vacuno de origen japonés que se caracteriza por tener una carne muy infiltrada de grasa.
En cuanto a los cortes se ofrecen solomillos, entrecots, chuletones y algunos cortes más novedosos como el T-Bone, una pieza con un hueso en forma de T y que separa carnes del solomillo y el entrecot, de alguna manera es como comerse dos carnes en una.
Las carnes se sirven en platos de barro para conservar el calor.
Todo lo acompañan con una de las notas características de la casa, las patatas «Casa Ramos», unas patatas como las de churrería, partidas redondas muy finas y crujientes y que aliñan con ajo y perejil. Cuidan hasta el pan. Traen el «picaito»de la panadería de Joaquín Portillo de Alcalá de Guadaira y picos de la panadería Obando de Utrera.
En cuanto a los vinos «la oferta es amplia, destaca Félix, pero tratamos de darle sitio a los vinos andaluces. De hecho recomendamos para nuestras carnes el «Zancúo» de la bodega Las Margaritas de Constantina.
De todos modos Félix destaca «que aunque nuestra oferta principal es el vacuno, no nos olvidamos tampoco del cerdo ibérico, del que tenemos también una amplia oferta y de los cochinillos o los corderos que asamos en un horno de leña, aunque sólo por encargo».
Casa Ramos tiene también arroces. Al marinero o al de bogavante unen también el de perdiz «que hacemos al estilo de Manolo Pinichi, el famoso cocinero ya fallecido de Alcalá de Guadaira y que hiciera famoso este plato».
En verano tienen también espetos y suelen traer habitualmente pescados de la zona de Cádiz como lubinas, doradas, corvinas o boquerones. De la cocina se ocupa Soraya Ramos, hermana de Joaquín y Félix, mientras que el marido de Yolanda, Francisco Fernández el que controla las parrillas.
Mientras transcurre la conversación, Félix no para con el teléfono. La Navidad está a la vuelta de la esquina y la casa tiene una amplia experiencia en las comidas navideñas: «Ya tenemos algunos días llenos y fijaté a la fecha que estamos» señala Félix.
Horarios, localización, teléfono y más datos de Casa Ramos, aquí.
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