La localidad de La Algaba cuenta con un establecimiento dedicado en exclusiva a la elaboración diaria y artesanal así como a la venta de este producto: Chicharrones Alonso. Su particular especiado, fruto de una receta familiar, los hacen inconfundibles.
Hablar de chicharrones en la Algaba implica hacerlo del único establecimiento que se dedica por entero a la elaboración de este producto en el municipio: Chicharrones Alonso. Un singular local regentado por los hosteleros algabeños José Manuel Alonso y María Isabel Pacheco a quienes una receta familiar les cambió la vida hace diez años. Por aquel entonces, ambos regentaban un bar donde quisieron introducir esta elaboración cárnica como tapa de acompañamiento para las cervezas. “La tía de mi marido tenía una receta para hacer los chicharrones. Se la enseñó y gustaron tanto en bar que todo el mundo venía hasta allí solo para pedirlos”, rememora María Isabel.
Tal era la demanda del chicharrón de La Revirá, nombre de ese primer bar de Alonso y Pacheco, que eclipsó a los otros productos del establecimiento. Fue entonces cuando la pareja se decidió a entregarse por completo a la creación chicharronil en un nuevo negocio. Y siempre siguiendo la misma receta maestra familiar que, según revela Isabel Pacheco, lleva orégano, tomillo en rama, laurel, “y un ingrediente especial que no se puede desvelar pero que tiene que ver con su especiado”.
En su actual establecimiento de la avenida Constitución, José Manuel e Isabel cuentan con todos estos productos, perfectamente clasificados, para preparar in situ los chicharrones. Los hacen en amplios peroles entre los que la pareja se mueve con brío y destreza. La papada de cerdo les llega cada día procedente de Carnes Castello de Toledo. “Hacemos los chicharrones a diario y de manera totalmente artesanal” La salida del preparado de Chicharrones Alonso también es diaria llegando a vender, según Isabel Pacheco, unos 250 kilos semanales de chicharrones durante los meses de invierno.
Y es que no hay algabeño que se precie de serlo que no haya probado en más de una ocasión los cartuchos de Chicharrones Alonso. Su inconfundible olor que inunda la avenida de la Constitución constituye un potente reclamo. “Estamos en un sitio de paso, cerca del centro. Esto y el cariño de nuestra gente nos ha permitido mantenernos durante esta década” .
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