La Croqueta del Abuelo empezó como una pequeña fábrica artesanal en 2019. Ahora cuenta también con bar donde pueden degustarse sus frituras y las envasan para toda España en estuches originales y divertidos
Durante la infancia de José Luis Román, cada fin de semana toda su familia se reunía en torno a las croquetas de jamón de José Álvarez-Ossorio, su abuelo. Los más pequeños las boleaban mientras los adultos eran los encargados de realizar la bechamel casera siguiendo las indicaciones de José. Con el paso de los años, José Luis se convirtió en el heredero de esta receta familiar y decidió homenajear a su creador con la puesta en marcha de su propia firma croquetera: La Croqueta del Abuelo. Para ello, Román se asoció con Camilo Montes y el chef Guillermo Barrera y lanzaron en 2019 una croquetería online. «Un año después decidimos también contar con una sede física porque comenzamos a tener mucha demanda en nuestra localidad, Dos Hermanas. Así que nos hicimos con un local en la calle Entamador», relata José Luis Román.
Este es, a día de hoy, el centro abechamelado de producción del nieto de José Álvarez-Ossorio y su equipo. Desde allí elaboran artesanalmente más de de una docena de variedades de croquetas diferentes, entre las que destacan las clásicas de jamón y puchero, así como creaciones más innovadoras como las de gambas al ajillo o berenjenas a la parmesana. Recientemente han querido atender también las necesidades de personas con intolerancias incluyendo variedades sin gluten y sin lactosa. «Entre ellas, las de bacon con parmesano causan sensación». Además, añaden constantemente numerosos fueras de carta como las croquetas de pato a baja temperatura o una versión muy personal del cazón en adobo. Aunque, probablemente, la elaboración croquetil más peculiar del establecimiento está en Gretel, uno de los postres del establecimiento nazareno formado por un bizcocho con chocolate coronado por una croqueta de chocolate con avellanas.
Junto a estas abechameladas creaciones, La Croqueta del Abuelo sirve también ensaladas, bocatas y cachopos en su coqueto local de corte industrial. Al mismo tiempo, José Luis Román, Camilo Montes y Guillermo Barrera ofertan servicio a domicilio en Dos Hermanas y continúan con la exportación de croquetas a toda España a través de su web. Las venden en divertidos formatos de 20, 12 o 6 unidades que simulan desde una huevera a una caja de medicamentos. De cara a la Navidad, pueden encargarse tanto fritas como congeladas para calentar directamente en casa. «Tenemos clientes de todos los puntos del país. Y muchos de ellos, cuando vienen a Sevilla se pasan por Dos Hermanas solo para visitarnos. Es señal de que algo estamos haciendo bien», concluye Román.
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