Las lluvias de primavera y unas temperaturas altas menos intensas ha propiciado la vuelta de resultados más normalizados en la uva
La campaña de vendimia está llegando a su fin en la provincia de Sevilla. En general, las bodegas se felicitan por los buenos resultados este año, gracias a la vuelta de un clima más normalizado, con menos calor, ya que el año pasado las olas de calor fueron más duraderas. Aunque el calor es positivo para la salud de las plantas, merma el rendimiento.
En las bodegas Salado de Umbrete comenzaron la recolección de su uva Garrido fino en la finca Las Yeguas ubicada en Carrión de los Céspedes el siete de agosto. Finalizaba el día 12, con alrededor de 7.000 kilos por hectárea. Esto supone un aumento de 2.000 kilos con respecto a la vendimia del año pasado, debido, como indican desde la bodega, a una mayor cantidad de agua recogida en el viñedo. Han conseguido volver a los buenos resultados del 2019. La graduación baumé, que indica el contenido de azúcar en el mosto, en sus uvas garrido fino es de unos 11,5 – 12,20º. La foto de portada se corresponde con un momento de la vendimia nocturna de este año.
Por su parte la bodega lebrijana González Palacios ha finalizado la recolección de las uvas blancas: palomino, moscatel y sauvignon blanc. La vendimia de esta última tuvo un avance el 27 de julio. También han terminado de recolectar dos de las tres variedades de uvas tintas que cultivan, tempranillo y syrah. A finales de semana le tocará el turno a la petit verdot. Félix González, su propietario, cuenta que esta temporada han regresado al balance de la «vendimia tradicional», recuperando la producción de años anteriores. A causa de tardes más frescas, la maduración del fruto se ha atrasado un par de semanas. En el caso de la uva palomino se han recogido unos 11.000 kilos de uva por hectárea, y en el caso de la moscatel unos 10.000 kilos, con un aumento general de un 40% en las variedades blancas. En el caso de las tintas, la producción de sus viñedos es más estable. González se muestra contento porque ha sido una buena vendimia con uva «muy sana, sin enfermedades, y un buen rendimiento en caldos por encima del 70%».
En la Sierra Norte, la bodega Tierra Savia en Cazalla de la Sierra está al 80% en la recolección de la mayoría de sus uvas. Su vendimia comenzó en las últimas semanas de julio, y la recogida de las variedades Viognier y Tempranillo se han completado. En el caso de las variedades antiguas (tienen viñedos centenarios), la maduración está tomando algo más de tiempo debido a que las temperaturas han bajado por las noches. Garnacha, parrona , manzanilla, y mollar, son el resto de variedades que utilizan para la elaboración de sus vinos y que próximamente terminarán de vendimiar. Calculan que el año hidrológico les ha dejado unos 1.000 litros de agua en una buena primavera que ha garantizado resultados positivos.
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