Tras más de treinta años como referente de las patatas artesanales y fritas a perol en la provincia de Sevilla y  Huelva, la empresa familiar de los García Prieto estudia llevar su producto a otros puntos de Andalucía.

 

Más que consolidadas en las provincias de Sevilla y Huelva, con una facturación anual de más de 130.000 euros y un sabor artesanal que conquista paladares desde hace más de tres décadas, Patatas Fritas Umbrete pretende renovar su política de expansión en 2020 y abrirse a nuevos mercados. Una decisión que han tomado las hermanas García Prieto, quienes se encuentran al frente del negocio familiar que durante años regentaron Dolores Prieto y Juan García. «Queremos empezar el nuevo año con fuerza, por eso ya estamos planificando nuestra introducción en la provincia de Cádiz. Aunque sin hacer un lanzamiento a gran escala y siempre manteniendo nuestra esencia», aclara Patricia García Prieto, una de las propietarias.

Juan García y Dolores Prieto, creadores de Patatas Fritas Umbrete, junto a sus tres hijas que regentan el negocio en la actualidad. Foto cedida por el establecimiento.

Juan García y Dolores Prieto, creadores de Patatas Fritas Umbrete, junto a sus tres hijas que regentan el negocio en la actualidad. Foto cedida por el establecimiento.

Y es que en esta empresa umbreteña se continúa friendo las patatas a perol, con aceite de girasol y siguiendo el minucioso proceso inaugurado por el matrimonio García Prieto cuando la crisis de los años ochenta les obligó a pedir un préstamo para emprender su negocio. Las 150.000 pesetas de un familiar les sirvieron para alquilar un local, hacerse con un perol de segunda mano, un saco de patatas y una garrafa de aceite. «Patatas Fritas Umbrete nació con grandes dificultades pero siempre hemos trabajado poniéndole mucho cariño y cuidado a lo que hacemos», explica Patricia que añade que, además del componente emocional, el éxito de esta empresa familiar radica «en la producción artesanal, sin aditivos, el toque de nuestro frito y en el punto de sal».

La elaboración de las patatas obedece a un proceso artesanal y minucioso. Foto cedida por el establecimiento.

La elaboración de las patatas obedece a un proceso artesanal y minucioso. Foto cedida por el establecimiento.

Además, Ana, Patricia y Lola García Prieto utilizan siempre patatas de procedencia andaluza que escogen manualmente y pelan también una a una para eliminar las imperfecciones. Una vez fritas en aceite de girasol, vuelven a realizar un proceso de selección antes de envasarlas. También son las manos de las hermanas García Prieto las que espolvorean la sal sobre las Patatas Fritas Umbrete. «Todo ello influye en el resultado final. En Sevilla y Huelva nos tienen en gran estima. Confiamos en que también sea así en Cádiz y en el futuro en otros puntos de Andalucía «, sentencia Patricia.

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