Abre en el número 10 de la calle Velilla una freiduría coreana inspirada en las típicas frituras callejeras del país asiático. Su nombre: Basak, una expresión que en Corea se traduce como ‘crujiente’.
Si algo le llamó particularmente la atención a Jaegil Seo cuando llegó a Andalucía hace seis años fue la devoción por la fritura que se profesa en esta tierra. Una tradición gastronómica que también existe en su país natal, Corea del Sur. Y de la que Seo es un enamorado confeso. «En Corea utilizamos distintos tipos de harinas, aliñamos la carne de forma diferente que en España y tenemos otras salsas. Pero estaba convencido de que a los sevillanos les podía gustar», relata. Guiado por esta intuición, este joven emprendedor abrió el pasado 4 de enero Basak, una freiduría coreana ubicada en pleno corazón de Sevilla. Se trata de un pequeño local en el número 10 de la calle Velilla inspirado en los puestos de comida callejera de Corea del Sur donde se adquieren frituras para llevar. La especialidad del establecimiento, explica Seo, es el pollo frito elaborado en dos variantes: dulce-picante o con soja. «No podía ser de otra forma. El pollo frito es muy típico de Corea. Lo esencial es que quede muy crujiente».
Una máxima que Jaegil Seo y su equipo aplican a todas sus elaboraciones. No en vano, el nombre del establecimiento, Basak, significa ‘crujiente’ en coreano. Además del pollo, preparan tempura de gambas en salsa agridulce o picante, menbosha o emparedado relleno de gambas y frito, y cerdo en tempura con salsa agridulce, entre otras especialidades. Todas ellas se acompañan de guarnición (patatas fritas, ensalada de repollo o rábano encurtido) y pueden encargarse en formato tapa, media ración o ración. «Los coreanos solo pedimos platos para compartir, pero he querido adaptarme a las costumbres andaluzas ofreciendo estas tres posibilidades», aclara Seo. La experiencia gastronómica se completa con bebidas como Soju, un licor de gran popularidad en el país asiático, o el Makgeolli, similar a una cerveza de arroz coreano.
Aunque Basak está concebido como un establecimiento de comida para llevar, también cuenta con algunas mesas para consumir sus frituras in situ. La cocina permanece abierta de doce de la mañana a doce de la noche, emulando a las de este tipo de establecimientos en Corea.