El emprendedor nazareno Pablo Sousa se ha hecho con este histórico establecimiento actualizándolo con nuevo nombre y oferta gastronómica, aunque manteniendo su esencia y botas de vino.
Cuentan que a algunos les conquistó en sus primeros años como despacho de vinos, allá por los años 50. Con el paso del tiempo, otros tantos pelaron la pava junto a los naranjos de su patio. Incluso los más marchosos, en una época cercana, hacían una parada en sus instalaciones para tomar un buen mistela antes de ir de discoteca. La que fuera la taberna La Botita forma parte del imaginario colectivo de varias generaciones de habitantes de Dos Hermanas. Y desde hace unos meses ha recobrado su brío y popularidad bajo el nombre de taberna Boudicca, el proyecto del emprendedor nazareno Pablo Sousa para actualizar este histórico establecimiento. «La idea surgió durante el confinamiento. Quise mantener la esencia de este sitio tan emblemático pero aportándole valor a su cocina y servicio», explica Sousa.
En este sentido, el emprendedor nazareno recuerda que los vinos del interior de sus botas y barriles (solera oscuro, mistela, Pedro Ximenez… distribuidos por Bodegas Raposo de Bollullos del Condado) han sido los protagonistas de este espacio a lo largo de sus setenta años de vida . «Seguimos apostando por ellos pero acompañados de una oferta gastronómica de calidad», puntualiza Pablo Sousa, quien ha dotado de cocina al establecimiento. También ha confeccionado una carta basada en carnes ibéricas, pescados frescos y guisos caseros que se pueden consumir en platos o tapas. Además, taberna Boudicca cuenta con una zona dedicada a «productos de abacería selecta». «Todo ello supone un cambio de concepto muy importante».
En cuanto a sus instalaciones, Boudicca ha respetado casi por completo la distribución original de la anterior taberna, incluyendo su patio de barriles con naranjos. La decoración sigue siendo rústica aunque con toques actuales lo que, en palabras de Sousa, «resulta una encantadora mezcla de lo antiguo y lo nuevo, al igual que lo es su clientela». Y es que desde su apertura en noviembre de 2020, Boudicca ha captado la atención de jóvenes y aquellos que no lo son tanto pero que, años atrás, frecuentaban La Botita. «Desde el día que abrimos registramos llenos a diario. Dos Hermanas nos ha acogido con los brazos abiertos».
Una respuesta que llena de satisfacción a Pablo Sousa quien no oculta su deseo de que la actividad gastronómica en su establecimiento sea constante. Por ello, organiza catas de iniciación y profundización en los vinos de Jerez, en los que es experto, y ha instaurado recientemente un servicio de brunch de cara a los fines de semana. El desayuno tardío de Boudicca constará de una amplia oferta de dulces, salados, cafés, zumos y smoothies al precio único de 9,5 euros.
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