Paseo por las creaciones en dulce más celebradas de esta localidad a la que peregrinan cada fin de semana cientos de personas para visitar sus pastelerías y disfrutar de mostachones rellenos, lenguas de nata o prodigiosos brazos de gitano
Si existe una localidad en la provincia de Sevilla que pueda erigirse con el título de capital del dulce esa es, sin lugar a dudas, Utrera. Cada fin de semana, y también en menor medida entre semana, peregrinan hasta ella visitantes de distintos puntos de Andalucía tan solo para llevarse a la boca alguna de las elaboraciones de sus confiterías. Lo tradicional es adquirirlas y posteriormente degustarlas en cualquiera de las cafeterías de las céntricas plazas Constitución o Altozano. Aunque también hay los que prefieren reservarse ese bocado dulce para la intimidad del hogar.
Sea de una forma u otra, Utrera ha sabido mantener la tradición dulcera heredada de esas monjas clarisas que se instalaron en la localidad en el siglo XVI y de las que aprendieron gran parte de sus recetas. Entre ellas, la del archiconocido mostachón, indiscutiblemente unido al nombre de la ciudad. Aunque la oferta ‘en dulce’ de Utrera va mucho más allá. Bizcochos, tocinos de cielo, chocolate o nata artesanales conviven en las pastelerías utreranas dando vida a un sinfín de creaciones entre las que elegir se transforma en una ardua tarea. Para facilitar esta labor, he aquí una selección de los dulces más emblemáticos de algunas de las mejores confiterías de Utrera.
Los mostachones rellenos de Diego Vázquez
“Los Vázquez llevamos haciendo mostachones desde 1880, fecha en la que mi tatarabuelo José Romero Espejo obtuvo la receta del convento de las clarisas donde trabajaba”, explica Diego Vázquez, quinta generación de la familia que ha popularizado el bizcocho redondo utrerano por excelencia. Una elaboración realizada como marca la tradición, “solo con azúcar, canela, huevo, harina y miel como conservante”.
Pero que el obrador de los Vázquez han sabido reinventar y actualizar con variantes rellenas, entre las que destaca la de nata y tocino de cielo. “Aunque lo que más nos piden son mostachones de toda la vida, los rellenos también causan mucha expectación. Sobre todo en tienda porque son muy vistosos y están buenísimos”, puntualiza Vázquez. El secreto de esta variante mostachonera se encuentra en el bizcocho húmedo que utilizan para ella que le otorga gran versatilidad. “ También la versionamos con leche merengada, turrón, trufa, yema tostada… según la demanda”. Su precio asciende a 1,50 euros la unidad. Más sobre la historia del mostachón de Utrera, aquí.
Las lenguas de nata de Cordero
Se trata de uno de los mayores reclamos gastronómicos de Utrera. Pueden encontrarse diferentes versiones en otras pastelerías de la localidad pero las originales provienen de la familia Cordero. Tal y como recuerdan Marisa y Mariló Cordero, corría el final de la década de los 70 cuando un comerciante de nata refrigerada convenció a su padre, José Cordero, para que probara el producto y lo introdujera en Utrera. José, quien en un principio no estaba muy conforme, también dio a probar esa nata a unos clientes. Pero dentro de unos bizcochos que tenía en el obrador. Fueron los catadores de las primeras lenguas de Cordero. “Poco a poco comenzaron a hacerse conocidas y el reclamo no ha hecho más que crecer con los años”
En confitería Cordero mantienen La receta original de José, con el mismo tipo de bizcocho y nata artesanal. Con la intención de adaptarse a la demanda actual, la familia Cordero ha introducido en los últimos años lenguas de trufa, turrón, galleta y canela. También las hacen por encargo con sabor a tocino de cielo, fresa, limón, naranja, kinder bueno “o el que se le ocurra al cliente, nos adaptamos a todo”. La caja de lenguas se cotiza a 5,75 euros en el caso de las clásicas y 6 en el de las de sabores. Más sobre confitería Cordero, aquí.
El brazo gitano de confitería Reyes
En lo que a elaboración de brazos gitanos en Utrera se refiere, confitería Reyes se lleva la palma. En este obrador, fundado por el utrerano Alfredo Reyes tras regresar de ‘hacer las Américas’ en Cuba allá por en 1898, se han especializado en su fabricación desde comienzos del siglo XX. Los actuales propietarios del establecimiento, Pepita Millán y José Manuel Martínez, relatan que heredaron de los descendientes de Reyes la “receta secreta” de este rollo abizcochado. La yema y los piñones tostados, “además de mucho cariño”, según revela Pepita, conforman los ingredientes principales de esta afamada creación.
Cómo ha ocurrido con otros clásicos de Utrera, con el paso del tiempo el brazo gitano de Reyes también se ha modernizado con nuevas variantes que incluyen nata, turrón, chocolate, kinder y un largo etcétera. El brazo gitano tradicional de confitería Reyes tiene un precio de 10 euros. Más sobre confitería Reyes, aquí.
Ensaimada de chocolate y crema tostada de la pastelería Segovia
“Mi padre nunca ha estado en Mallorca pero siempre ha tenido imaginación y ganas de hacer cosas diferentes dentro de la pastelería de Utrera” De esos deseos de renovación que explica la confitera Sandra Segovia nacieron hace treinta años la pastelería Segovia y sus conocidas ensaimadas rellenas. Según revela Sandra, su progenitor Antonio quiso traer “un poco de aire fresco” a las confiterías de la localidad con elaboraciones “distintas a las típicas del pueblo y donde el chocolate jugara un papel fundamental”.
Este es el caso de sus ensaimadas chocolateadas y recubiertas de crema tostada. Sandra Segovia revela que el chocolate queda dentro de la elaboración mientras que la crema es la que culmina al dulce en sí. “A nuestros clientes les encanta nuestra crema porque les recuerda mucho a un flan o a una natilla”, sentencia. El precio de estas ensaimadas asciende a 1,80 euros la unidad. Más sobre pastelería Segovia, aquí.
La tarta de tocino de cielo y nata de José Luis
Pese a no encontrarse en el centro neurálgico de los templos dulceros de Utrera y tratarse de una de las pastelerías más recientes, la confitería José Luis ha sabido ganarse el respeto de utreranos y visitantes. Su tarta de tocino de cielo y nata es uno de los motivos. El producto estrella de esta confitería fundada por José Luis Egea se compone de dos capas de bizcocho, nueces y nata en su interior, y un grueso tocino de cielo en la cúspide de la composición. Revelan desde la confitería que es este tocino artesanal “lo que más valoran nuestros clientes, porque dicen que no hay otro igual”.
La tarta puede adquirirse en varios tamaños, desde la más pequeña de unas 8-10 porciones hasta la mayor que ronda las 70. Esta elaboración también cuenta con su propia versión a modo de brazo gitano, con la que comparte ingredientes. El precio de la tarta de tocino de cielo y nata oscila entre para 8-10 personas asciende a 15,50 euros. Más sobre confitería José Luis, aquí.
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