El primer restaurante sevillano ubicado en el interior de una plaza de abastos cumple 20 años de idas y venidas diarias a lonjas de Huelva y Portugal para traer y cocinar pescados y mariscos frescos en sus instalaciones.

 

Fue el primer restaurante de Sevilla que abrió sus puertas en el interior de una plaza de abastos para sorpresa y deleite de los que más tarde se convertirían en sus clientes. Corría el año 1999 cuando Antonio Sánchez Martín decidió enfundarse en el traje de capitán de este Pesquero que comenzó siendo una pequeña cervecería de 16 metros cuadrados en el interior del mercado del Arenal. «Después de varios años dedicado a la venta de marisco al por mayor,  quería tener mi propio restaurante-marisquería y lo conseguí con El Pesquero», explica el Sánchez Martín que añade en la introducción de pescados y mariscos en el establecimiento fue paulatina y aumentó a la vez que lo hacían las dimensiones del local.

Decoración marinera en el interior de El Pesquero. Foto cedida por el establecimiento.

Decoración marinera en el interior de El Pesquero. Foto cedida por el establecimiento.

Así, con el paso de los años y mientras los metros del restaurante El Pesquero iban creciendo, también lo hacía su oferta gastronómica basada en unos mariscos y pescados que el propio Antonio Sánchez traía y trae diariamente de las lonjas de Huelva o Portugal. «Todo lo que tenemos es producto fresco que yo mismo me encargo de seleccionar. También me mandan pescado de Galicia y Cádiz», aclara el propietario del establecimiento.

Antonio Sánchez selecciona diariamente pescados y mariscos frescos de las lonjas de Huelva y Portugal. Foto cedida por el establecimiento.

Antonio Sánchez selecciona diariamente pescados y mariscos frescos de las lonjas de Huelva y Portugal. Foto cedida por el establecimiento.

Y es que hay cosas en El Pesquero que, por más que pasen los años, permanecen inmutables. Como el aire y decoración marinera que envuelve al local, en la actualidad de 80 metros cuadrados, y la devoción de sus clientes por las gambas blancas de Huelva y el gaditano atún rojo de Almadraba, platos estrella de la casa. «Se piden muchísimo desde los inicios. Aunque hayamos incorporado novedades que también encantan como el carpaccio de carabineros, cigalas y gambas. Pero los clásicos son los clásicos».

Antonio Sánchez no oculta su satisfacción ante la evolución de su señero negocio a lo largo de estas dos décadas de vida. «Hemos tenido hasta otros cuatro establecimientos a lo largo de estos años. Pero finalmente hemos preferido quedarnos con el primero y original. En Sevilla nos conocen y nos quieren. Virgencita que me quede como estoy», manifiesta el propietario del Pesquero en un ejercicio de balance final.

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