Ovejas Negras abre en la zona de San Bernardo, Don Bonito, su noveno local que, esta vez rinde homenaje a este plato tan popular que presenta de varias formas diferentes…y hasta con dos huevos fritos por lo alto
Es la estrella de la playa o de los días de campo: el bisté empanao. Fue la forma en que las madres «le colaban» a los niños la carne de ternera, cuando aquello estaba más duro que una barra de pan con una semana de antigüedad. En fino se le llama milanesa y también es conocido como filete empanado.
Ovejas negras rinde homenaje al bisté empanao, pero del bueno, en el nuevo establecimiento que acaba de abrir en la zona de San Bernardo, en una zona de «alta gastronomía» en la que comparte acera con La Grulla y Hummo, lo nuevo de Burro Canaglia. El sitio, que ocupa el antiguo local de Tradevo San Bernardo, tiene terraza y luego un salón interior con barra. Es el noveno local de este grupo empresarial sevillano.
El local se define como un «chiringuito de barrio» y la carta y el estilo es el habitual de este grupo que suele ofrecer clásicos renovados, con un toque divertido en sus establecimientos que también tienen como rango en común su tematización.
El rasgo distintivo de Don Bonito es su apartado dedicado a los filetes empanados. Se pueden pedir solos y acompañados de una guarnición a elegir con patatas fritas, con escalibada (una especie de salteado de verduras con pimientos y berenjenas) o con pimientos de Padrón.
También los sirven con «cosas por lo alto» como una salsa de cuatro quesos, bacon crujiente y cebolla pochada o con tomate fresco, mozzarella y pisto de albahaca.
La tercera opción es comerlo con una salsa de tomate, queso fundido y jamón cocido.
Además, ya para saciar el placer de los más aficionados a este plato, se le pueden poner por encima dos huevos fritos.
Pero la carta de Don Bonito (las puedes ver completa al final de esta información) ofrece más cosas. Hay clásicos como el gazpacho, la ensaladilla de gambas (al ajillo) o unas papas aliñás, además de una versión «enriquecida» de la piriñaca que va con unos lomos de caballa marinados por ellos mismos y que sustituyen a la tradicional caballa en aceite que se suele utilizar con estos platos.
Ya en el lado más creativo unos buñuelos de coliflores y brocolis o una panceta «mechá» con salsa de yogur y limón. Los formatos están entre la tapa y los platos.
Hay también un apartado de fusión donde no faltan las patatas bravas, una versión del taco mejicano con bacalao frito dentro o un original trozo de pez espada salteado con judias verdes y salsa bilbaina.
La carta se complementa con 3 postres que van desde un tiramisu con un toque de cream de Jerez, una tarta de queso payoyo de Villaluenga con amarenas (una fruta parecida a las cerezas) y merengue seco de coco o un platano asado con dulce de leche con un toque salado.
En lo estético la marca sigue jugando con la diferenciación de cada uno de sus locales. Aquí llama la atención la fachada, con un vistoso juego de figuras geométricas en negro. Delante una amplia terraza y dentro barra y mesas en un ambiente informal.
Horarios, localización, teléfono y más datos de Don Bonito, aquí.