Sabores del Almacenito, una tienda gourmet emplazada en el Polígono Industrial El Pino, convierte su particular abacería en uno de los establecimiento de moda en Sevilla para paladares selectos. Un lugar donde degustar más de 1.800 referencias tan dispares como jamón de Jabugo, champán y ostras francesas, o ginebra y whisky japonés.

 

No es una tienda gourmet al uso. Ni una abacería de sabor añejo, aunque tampoco una de esas de aires modernos que proliferan en la actualidad. Sabores del Almacenito es un establecimiento sui generis. Singular y original como pocos. Tienda a la vez que abacería, aunque diferente al resto de las que existen en Sevilla.

Y no solo por las más de 1800 referencias de productos de alta gama, desde jamones a quesos, conservas, chacinas y vinos, que se pueden encontrar en su interior. Sino porque, pese a su inusual ubicación en el polígono Industrial El Pino, Sabores del Almacenito se ha convertido en uno de los lugares de moda entre los más selectos paladares sevillanos. Lo que comenzó siendo hace siete años la sala de degustación de la tienda gourmet de los emprendedores Antonio Romero y Miguel Ángel Illescas, ha cobrado vida e identidad propia. Hoy la abacería de Sabores del Almacenito es un sin cesar ir y venir de personas deseosas de consumir in situ las delicias que adquieren en su tienda. “Nuestros clientes tienen negocios en la zona y han corrido la voz de la variedad y calidad de nuestros productos. Y de lo que se disfruta comiéndolos aquí”, manifiesta Antonio Romero, uno de sus propietarios.

Sabores del Almacenito cuenta con una enorme abacería en el espacio que primigeniamente ocupaba su almacén. Foto: CosasDeComé

Sabores del Almacenito cuenta con una enorme abacería en el espacio que primigeniamente ocupaba su almacén. Foto: CosasDeComé

 

Porque ahí está el quid de la cuestión. Visitar la abacería de Sabores del Almacenito supone una experiencia por sí misma que merece la pena vivir. Al menos una vez en la vida. En primer lugar por su factor sorpresa. Nada hace presagiar al potencial comprador que por primera vez cruza el dintel de esa tienda gourmet que pasa casi desapercibida en la inmensidad del polígono, que cuenta con tal tesoro en su interior. Tras franquear el mostrador, se da paso a una nave industrial de enormes dimensiones repleta de barriles y mesas altas con sus correspondientes sillas. Cabezas de animales disecadas y estanterías expositoras con algunas de sus lujosas delicatessen conviven en sus paredes provocando un efecto casi hipnótico. Una pequeña bañera con champán y ostras sobre un manto de cubitos de hielo preside la estancia. Al fondo, un amplio expositor de jamones ibéricos de Jabugo, que, según Romero, “es una de las especialidades de la casa. Sin lugar a dudas, de lo que más nos piden”.

Aunque la tienda permanece abierta desde las nueve de la mañana, Sabores del Almacenito entra en verdadera ebullición a partir de las doce del mediodía. Y eso que no tiene cocina. Es entonces cuando sus clientes pasan hasta la abacería para consumir aquello que han adquirido en tienda. O viceversa, probar para luego comprar. Las mesas ya están montadas a esa hora y el trasvase de clientela de la tienda a la abacería se convierte en una constante. Saludos, besos al aire, y gestos cómplices en Romero e Illescas y su clientela, gran parte de ella asidua a Sabores del Almacenito. Llega el momento de hacer estómago con los primeros vinos. “Tenemos más de 500 referencias, entre ellas unas treinta de champán francés y también bebidas poco usuales como varios tipos de whisky o ginebra japonesa”, revela Antonio Romero quien defiende su modelo de negocio a capa y espada, con la satisfacción del éxito conseguido. “Somos el claro ejemplo de que el lujo no está reñido con una ubicación poco común o que esté a las afueras de Sevilla. Atraemos porque somos diferentes”

El jamón ibérico, especialmente el Jabugo, es una de las especialidades del establecimiento. Foto: CosasDeComé

El jamón ibérico, especialmente el Jabugo, es una de las especialidades del establecimiento. Foto: CosasDeComé

Otro de los puntos fuertes de este establecimiento atípico se basa en la atención al cliente. Con exquisito cuidado, platos de jamón ibérico, salmón ahumado con salsa de eneldo y ostras francesas con caviar son servidos hasta las mesas, una vez finalizadas las copas de vino. Romero e Illescas, pendientes a la par de la tienda y la abacería, se acercan una y otra vez hasta los comensales, que les reclaman para preguntarles por las novedades a degustar. “Miguel Ángel y yo somos fanáticos de todo lo que vendemos, por eso asesoramos constantemente a nuestros clientes y eso les encanta”, comenta Romero.

 

Y es que no resulta fácil decidir entre las casi 2000 referencias con las que cuentan Antonio Romero y Miguel Ángel Illescas. Ambos coinciden en que Sabores del Almacenito “es probablemente el establecimiento con más variedad de productos gourmet de categorías distintas de toda Sevilla”. Por eso, y principalmente en estas fechas pre-navideñas, quien prueba este singular establecimiento del Polígono El Pino repite. Ya sea para continuar descubriendo su oferta de jamones, quesos, chacinas, vinos y conservas de gama alta, confeccionar una cesta de Navidad original para su empresa,  darse un capricho gourmet en casa o, simplemente, para conocer de primera mano la abacería sui generis de la que todos hablan. “Hay gente que quiere venir hasta en los desayunos. ¡Y eso que solo estamos abiertos entre semana y a mediodía para el aperitivo, almuerzo y copa!”, concluyen sus propietarios con una sonrisa.

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