El nuevo espacio, de aire andaluz, cuenta con dos terrazas exteriores, una interior y tres salones. Actualmente solo utilizan las zonas abiertas que tienen capacidad para unas veinticinco mesas.
Mismo proyecto gastronómico. Idéntica ilusión y pasión. Pero nuevo emplazamiento, mucho más amplio y con más posibilidades que el anterior. La Abacería la Familia de Castilleja de la Cuesta se mudaba el 10 de junio a la antigua venta El Chiquitín, ubicada en la carretera de Gines dentro de la misma Castilleja, con la intención de contar con unas instalaciones de mayor capacidad de cara a la nueva normalidad.
Así, el nuevo espacio está formado por dos terrazas exteriores y una interior ya habilitadas y tres salones interiores aún por remozar. Estos espacios abiertos, según explica su propietario Ángel Zambrano, poseen una capacidad aproximada de unas veinticinco mesas en las que actualmente tan solo se ofrecen cenas «con una distancia de seguridad de dos metros entre cada mesa», desde las 20:00 horas a cierre. «En cuanto estén terminadas las obras interiores, aproximadamente a finales de esta semana, también abriremos la parte de dentro para almuerzos», revela.
La mudanza de Abacería la Familia a esta antigua venta decorada con aires andaluces no ha implicado un cambio de carta en el establecimiento. Aunque sí la llegada de nuevas tapas a la misma como las albóndigas de presa ibérica con salsa de boletus, taco de chipirones fritos, pimientos cuerno de cabra procedentes de Vejer o el famoso hasta ahora fuera de carta petisú de cola de toro.
En este sentido, Ángel Zambrano explica en torno al mes de septiembre tiene previsto incorporar carnes y pescados a la brasa a su establecimiento, a la vez que hacerlo partícipe de nuevos proyectos gastronómicos aún por cerrar y definir.
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