El conocido hostelero vuelve a la primera línea del sector con una empresa de catering de alta gama que se ha apuntado ya en sus primeros meses de vida éxitos como la organización de la fiesta de El Turronero
Se mueve en moto y ataviado con una «guayabera» de color blanco, que es como ir bien arreglao, pero en fresquito. Pedro Sánchez Cuerda, 52 años, hostelero «de sangre», demuestra así su espíritu práctico en una mañana de calorazo en Sevilla. Hay que ser práctico y ordenado para ser capaz de manejar a 600 personas para servir un almuerzo «y afortunadamente todo salió bien» señala el empresario refiriéndose a la famosa fiesta de El Turronero, un evento que congregó a más de 3000 personas y que fueron atendidas por el catering fundado este mismo año por este empresario sevillano y otro importante grupo hostelero de la ciudad, el de María Trifulca.
Sánchez Cuerda, con la puesta en marcha de esta iniciativa vuelve así a la primera línea del sector después de que dejara la dirección del grupo La Raza, la empresa de su familia, allá por 2019, tras veinte años al frente de la firma en la que lideró un fuerte crecimiento que les llevó a contar con hasta siete líneas de negocio.
Tras dos décadas liderando uno de los pesos pesados de la hostelería sevillana, Sánchez Cuerda se vió obligado a reciclarse. Su primera iniciativa fue poner en marcha con el amparo de la Cámara de Comercio de Sevilla, Gastromiun, una escuela para hosteleros «pero yo necesitaba hacer cosas» y pensó en poner en marcha una empresa de catering, un mundo que conoce a la perfección ya que con La Raza gestionaba los espacios del Palacio de Ferias y Exposiciones de Sevilla, el Fibes. El empresario encontró además el respaldo de otro grupo sevillano en expansión, Maria Trifulca, los del restaurante del puente de Triana y también copropietarios de Maquiavelo.
«Nos complementabamos perfectamente. Ellos necesitaban entrar en el mundo del catering porque sus clientes se lo pedían pero no tenían experiencia en el sector…y ahi estaba yo». Sánchez Cuerda es el gerente de la empresa, además de copropietario. Para desarrollar su actividad cuentan con unas cocinas centrales en el polígono Pibo, en el Aljarafe. Allí trabaja el cocinero Manuel de Pablos que es el que se encarga de confeccionar los platos que sirven. Para desarrollar los eventos cuentan con dos espacios. En Sevilla tienen la terminal de cruceros en el muelle de Las Delicias, un local a pie de rio y donde celebran eventos empresariales. Para las bodas y eventos sociales tienen la hacienda El Loreto en Espartinas, una casa con 10.000 metros cuadrados de jardines en donde, con las obras de ampliación que están haciendo, podrán admitir celebraciones para 700 invitados.
Pedro Sánchez Cuerda enmarca su empresa, Ágape 360º, en el apartado de los catering de alta gama. Señala que «no solo nos ocupamos de preparar la comida y servirla, sino que nos ocupamos de organizar el evento en su totalidad. Hoy en día los clientes piden vivir una experiencia, no tan sólo que le sirvamos una buena comida y en eso estamos en lograr que todo esté organizado desde que el primer invitado entra por la puerta hasta que abandonan las instalaciones. Queremos que todos vivan una experiencia inolvidable».
En este sentido destaca que en muchas ocasiones los clientes piden actividades antes de la comida y después y que «haya sorpresas, como actuaciones de danza, cantantes y cosas que llamen la atención de sus invitados y le hagan pasar un día divertido». De ahi el nombre de Ágape 360º, para reflejar la idea de que se encargan de todo.
Pedro señala que como mínimo el cubierto para uno de sus eventos sale a 70 euros por persona. «Hay que tener en cuenta que estamos haciendo alta cocina para eventos y esto es muy complicado. Exige mucha profesionalidad y mucho conocimiento y afortunadamente tenemos un equipo que lo puede ofrecer».
Celebraciones en toda España
Este hostelero considera que las expectativas en este campo son buenas y hay un público que se interesa por este tipo de celebraciones «preparadas con esmero y que le hagan quedar muy bien con sus invitados». Aunque tienen dos lugares de celebraciones, pueden ir a ofrecer el evento a otros sitios a petición de los clientes. De hecho Agape 360º puede realizar celebraciones en toda España.
Ya han celebrado en el muelle de Las Delicias algunos eventos, entre ellos la presentación de un nuevo coche eléctrico de la marca Mercedes. Otro acto, una boda, celebrada en Avila para 500 personas, también les hizo enfrentarse a otro reto, el de preparar solomillo «Wellington» para todos los invitados. «Fue un gran dificultad. Es un plato muy complejo de preparar ya en un restaurante. Es una carne que se hace envuelta en hojaldre. Hay que conseguir, a la vez, que la carne quede tierna y jugosa y que el hojaldre esté crujiente. Si es dificil para un comensal, imagínate para 500. Nuestro equipo de cocina estudió como hacerlo y trasladamos hasta el local del evento 12 hornos industriales que permitieran hacer todas las raciones de carne a la vez».
«Nuestro reto es no decir nunca no a un cliente, conseguir hacer realidad lo que quieren» señala Pedro Sánchez Cuerda. Destaca que uno de los aspectos fundamentales es tener el personal adecuado. «Nosotros contratamos a estudiantes para atender a los catering. Le damos formación para que todo salga bien y estamos muy contentos porque son personas que ponen mucho interés».
Otro de los problemas que hay ahora en este mundo de los eventos es tener disponibles alternativas para personas con intolerancias alimentarias o que no comen algún alimento.
Arroz con langostinos para 3000
Para darse cuenta de las cantidades que se mueven para este tipo de eventos, para la fiesta del Turronero fue necesario contratar a 600 personas y se pusieron en marcha en el sitio de la celebración hasta 8 cocinas que funcionaban a la vez para atender a más de 3000 invitados, en el acto social más multitudinario que se recuerda en la ciudad. Esta infraestructura les permitió acometer, por ejemplo, hacer un arroz con langostinos para todos estos invitados.
Para preparar el arroz se emplearon 500 kilos de grano tipo bomba y 150 kilos de langostinos de Sanlúcar de Barrameda que se pelaron en las cocinas centrales de Agape 360º. Con las cabezas del marisco se preparó el caldo donde se elaboró el arroz. Se emplearon un total de 24 ollas de grandes dimensiones para hacer el guiso, en este caso un arroz meloso. Mediante un sistema de comunicación interna los cocineros se iban coordinando para lograr que salieran a la vez los 3000 cuencos de arroz y así lograr que llegara caliente y en su punto para todos los invitados. «Lo conseguimos» señala Pedro Sánchez Cuerda con una sonrisa.
La idea de este hostelero, que llegó a ser presidente de la patronal del sector en Sevilla, es «lograr posicionar la empresa como un referente en este campo» pero no quiere quedarse ahí y sueña con poner su propio restaurante en la ciudad…»para lo que tengo ya varias ideas».
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