Recorrido en video por el nuevo establecimiento del grupo Ovejas Negras en Mairena del Aljarafe.

 

Han cuidado la decoración. Hay plantas, muchas plantas y en las escasas paredes del establecimiento también algún motivo geométrico de inspiración verde. Por los sillones de la entrada llamativos cojines de colores que dan alegría a la cosa. En una de las terrazas una cascada con piedras pintadas de color blanco da tranquilidad a la estancia. Al entrar un pasillo con pequeñas bombillas que dan el toque romántico al espacio…todo cuidado, la marca de la casa, el grupo Ovejas Negras y la marca de «Persevera» la firma sevillana especializada en decoración de establecimientos hosteleros que vuelve a demostrar su buen gusto para esto de conseguir que los restaurantes tengan, de principio, una vista agradable.

Una llamativa lámpara preside el comedor principal, completamente acristalado. Foto: Cosasdecome.

Casa Limón, a pleno rendimiento, tendrá capacidad para dar de comer a 300 personas a la vez. La parcela donde está ubicado, en una zona residencial de Mairena del Aljarafe, tiene 1.700 metros cuadrados y alojó en su día un restaurante del grupo San Marcos. Cuenta con una especie de chalet central, donde hay un comedor en forma de tubo y otro completamente acristalado, sobre el que giran varias terrazas. Llaman la atención las mesas, con patas de forja y luego cubiertas con cerámica de vivos colores. No hay manteles para no tapar estas auténticas obras de arte ya que las teselas que forman cada mesa están pegadas unas a otra a mano. En algunas de ellas hay también objetos de cerámica a juego.

Una de las mesas de la terraza. El suelo del restaurante está realizado con pequeños adoquines. Foto: Cosasdecome

La mayoría del material ha venido de Marruecos donde se han elaborado las mesas que recuerdan a las típicas de un patio andaluz de casa bien. Una gran lámpara de llamativos colores rojos preside el salón principal. Los platos lucen el logotipo de Casa Limón y a la entrada llama la atención una cava de vinos de grandes dimensiones ya que aquí se encuentra uno de los «guiños» del establecimiento: un vino especialmente elaborado para ellos por la bodega Colonias del Galeón de Cazalla, un tinto con entre 12 y 14 meses de crianza en barricas de roble francesas o americanas y elaborado con una mezcla de uvas merlot, cabernet, tempranillo y garnacha.

Para hacer la jugada más redonda el vino se sirve en unos porrones de cristal. El cliente puede tomarlo directamente de ahí o también en copas, por aquello de evitar lamparones en camisas y politos.

La idea ha sido de Sara Carrera, una de las impulsoras del proyecto y también experta en vinos de la firma Federico Flores, una de las mejores tiendas de vinos de la provincia, según los expertos del sector. «Pretendemos de esta manera simpática acercar los vinos a la gente joven y también darlo un aspecto más lúdico a su consumo, de ahí lo del porrón».

En la bodega del establecimiento hay 90 etiquetas diferentes con jereces, vinos blancos y tintos. Han intentado combinar algunos clásicos con vinos naturales menos conocidos. También ha presencia de vinos sevillanos. Además de los de Colonias del Galeón la idea es incorporar pronto productos de las bodegas Salado de Umbrete y de González Palacios de Lebrija.

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Para atender al público están José María Casero del Rosal y Antonio Arellano, ellos son los dos jefes de sala del establecimiento, los encargados de hacer llegar a los clientes los vinos seleccionados por Sara Carrera y los platos elaborados por el equipo que comanda José María Hernández Romero, el jefe de cocina del establecimiento.

La plantilla a pleno rendimiento de Casa Limón estará en torno a las 30 personas, de ellos diez estarán en la cocina. Hernández Romero tiene 51 años y es uno de los primeros cocineros que salió de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, en concreto es de la segunda promoción. Profundo conocedor de la cocina clásica sevillana, defiende una cocina tradicional, sin aspavientos: «Es lo que se hacer» señala con modestia. Pero su currículum es de los buenos. Pasó por el restaurante Benazuza, la aventura andaluza del genio Ferrá Adriá en Sevilla, trabajó en todo un pionero de la nueva cocina andaluza, El Faro de El Puerto de Fernando Córdoba y también estuvo 5 años en el grupo La Azotea, otro de los pioneros en la cocina actual sevillana. Hernández también intentó aventuras propias como el restaurante Algazara o Vida Loca, en la zona de La Macarena.

El cocinero José María Hernández con uno de sus platos. Foto: Cosasdecome.

Ahora comanda gastronomicamente este proyecto de Ovejas Negras con una carta en la que tocan todos los palos «pero con todo hecho aquí. Nada de quinta gama». Así la ensaladilla de la casa se personaliza con una mayonesa aromatizada con manzanilla de Sanlúcar o el tartar de atún se condimenta con un toque de manzana Gran Smith.

«Intentamos que aquí pueda venir toda la familia junta. Que lo mismo haya platos para la abuela como los más jovenes y, además, a un precio razonable. También queremos que este sea un punto de encuentro para las empresas de la zona del Aljarafe y que sea un sitio al que venir a disfrutar de una comida tranquila en pareja o con amigos. Queremos que se disfrute con nosotros la vida a fuego lento».

En la carta no faltan chacinas, quesos o salazones. Muchos platos se sirven también en medias raciones. De hecho, a la entrada del establecimiento, hay una zona de mesas altas para picar algo. Pinchar aquí para ver la carta completa.

El apartado de frituras esconde clásicos como los boquerones, acompañados con salmorejo para mojar, buñuelos de bacalao acompañados con alioli de pera asada o unas originales pavías de merluza «realizadas en clásico, con su poquito de cerveza para que levante el rebozado» señala José María y que se complementan con una salsa de cabrillas para mojar y que dan originalidad a este clásico de la cocina sevillana.

La pavía de merluza de Casa Limón. Foto: Cosasdecome.

Original también el adobo que se hace con pez araña, en vez de con cazón, muy al estilo de Huelva. Hay también calamares de potera o lagrimitas de pollo elaboradas por ellos y aromatizadas con hierbabuena.

Tienen también pescados a la brasa como rodaballo, lubina de estero o calamar y algún guiso como la merluza en salsa verde o la corvina con una salsa de manzanilla de Sanlúcar.

La corvina. Foto: Cedida por el establecimiento.

No faltan los arroces que hay que pedir para un mínimo de dos personas (del señorito o meloso con carrillada) y el apartado carnívoro con un clásico de El Aljarafe como la presa ibérica a la brasa con patatas asadas y su mojo picón. Para los más jóvenes no falta una hamburguesa de carne de retinto y hay chuletón, en este caso de vaca frisona.

En los postres se apuesta por clásicos como el arroz con leche, el tocino de cielo o unos albaricoques asados con helado de queso, pero sin dejar atrás el siempre presente brownie de chocolate con helado de plátano o una tarta de limón y merengue.

Horarios, localización, teléfono y más datos de Casa Limón, aquí.

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