El chef y propietario de Veloutté toma las riendas de la cocina del nuevo establecimiento donde predomina una cuidada oferta tradicional con toques de innovación y productos de temporada.
Sabores de siempre con pinceladas innovadoras y una elaboración basada en productos frescos y de mercado. Se trata de la carta de presentación del nuevo restaurante Fluvial, el espacio de restauración del recién inaugurado Hotel Kivir cuya cocina corre a cargo el afamado chef sevillano Fran Rodríguez, propietario y también chef de Veloutté.
Según explica Rodríguez, formado profesionalmente en la prestigiosa Escuela de Hostelería Hofmann de Barcelona, se decidió a diversificar su oferta gastronómica a través de este nuevo establecimiento “gracias a la familia Martínez, propietaria del hotel, que me hizo el ofrecimiento de llevar su restaurante y al magnífico enclave donde se encuentra ubicado”.
Carabinero a la brasa, lecho de bacalao a la portuguesa y crema de mariscos. Foto cedida por el establecimiento.
Emplazado en pleno Paseo de Colón y con vistas al río Guadalquivir, Fluvial también se encuentra muy próximo a los mercados del Arenal y Triana, algo que para Fran Rodríguez resulta fundamental “apostamos por los productos de temporada y frescos, y al estar donde estamos los tenemos muy mano”. Frente a la oferta gastronómica de Veloutté, más centrada en tapas y pinchos, en la carta de Fluvial platos, raciones y medias raciones son los protagonistas.
En el restaurante del Hotel Kivir pueden degustarse propuestas como carabineros a la brasa, lecho de bacalao a la portuguesa y crema de mariscos, canelón de carrillada ibérica con salsa de setas y trufa o ensalada de burrata, prosciutto, rúcula, tomates raff y salsa pesto, entre otras. “Los bombones de foie y queso de cabra con mermelada de higos son de lo más demandado”, explica Rodríguez que incide además en su carta de postres y meriendas. “Las tenemos porque nuestra cocina es non stop, está abierta de manera ininterrumpida todos los días de la semana, por lo que también tenemos servicios de coctelería”.
Ravioli relleno de carne de centollo y langostinos con crema de marisco. Foto cedida por el establecimiento.
Respecto a la decoración e instalaciones del restaurante, con capacidad para unos sesenta comensales, mantiene la misma línea minimalista del hotel en el que se encuentra inserto. En breve habilitarán también la zona de terraza exterior donde tendrá cabida otros sesenta clientes.
Interior del restaurante, obra de los diseñadores Cruz y Ortiz. Foto cedida por el establecimiento.
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