Hace casi un mes abría sus puertas esta abacería gourmet con una bonita decoración, incluidas flores que cambian todas las semanas. 100 referencias de vino y 40 de conservas, son parte de este negocio puesto en marcha por el empresario vallisoletano Santiago Domínguez

Muy cerca de La Maestranza, en la calle Antonia Díaz, un nuevo y original espacio ha abierto sus puertas. Se trata De Domínguez Barra y Vitrina, un abacería que quiere ir más allá, ofreciendo platos y tapas diferentes prácticamente a diario.

El proyecto pertenece al empresario y agricultor vallisoletano Santiago Domínguez, y uno de los mayores productores de patata del país, que planeaba abrir un establecimiento de estas características en Sevilla o Madrid. En un principio el concepto era más simple, pero decidieron apostar fuerte y darle un especial protagonismo a los vinos de la bodega Pandora (en Rueda, Valladolid) , también propiedad de Domínguez, y vieron en Sevilla la oportunidad de arrancar.

Vista de la entrada del establecimiento y mesas bajas. Foto: Cosas de Comé

Álvaro Muñoz es el gerente del establecimiento, que destaca por una cuidada y acogedora decoración llena de detalles que trasladan a otras épocas, obra del estudio sevillano El Patio. Las flores frescas, corren a cargo de la empresa, también sevillana, de decoración y diseño floral, Black Baccara. Todas las semanas renuevan las flores que dan la bienvenida a los comensales a De Domínguez.

 

En la entrada está la parte de abacería más pura, con su barra de mármol, su vitrina llena de conservas (trabajan unas 40 referencias, tanto de moluscos, pescados como vegetales) y jamones, quesos y chacinas a la vista del cliente. Quien quiera puede comprar sus productos, tanto latas como jamón o chacinas al corte. Justo en frente de la barra hay una contrabarra en la ventana con algunos taburetes. El interior del local, que antes de ser De Domínguez fue una tienda de souvenirs, consta de un pasillo en el que han colocado una gran  vinoteca, con toda la gama de Pandora y otras referencias hasta llegar a 100. Entre ellas, vinos andaluces y vinos con reconocimiento internacional como Vega Sicilia o el nacional Pingus. En esa zona hay unas mesas altas, y luego otra contrabarra que da la espalda a la cocina y a otra barra. Al fondo hay un comedor de mesas bajas, aunque la carta es común para todas las mesas, de la misma forma que reservan sitio en cualquiera de los espacios.

Comedor de De Domínguez. Foto: Cosas de Comé

La cocina está dirigida por Miguel del Toro, formado en la larga experiencia. Además de lo habitual en una abacería, de productos gourmet en este caso, han diseñado una carta, en la que hay sitio para elaboraciones en frío como para platos calientes: cola de toro con parmentier, bacalao confitado, presa ibérica de bellota, y como novedad, degustación de arroces que se pueden pedir desde una tapa hasta en plato. A diario colocan una pizarra con los fuera de carta que conviven con entrantes como una ensalada templada de pulpo con mayonesa de pimentón y ajo confitado. Entre los postres destacan la tarta «secreta» de queso, una versión propia con la que van haciendo diferentes combinaciones, y un tocino de cielo en varias texturas.

Dirección, horario, teléfono y más sobre De Domínguez Barra y Vitrina.

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