Atención a este juego de apariencias del restaurante Manzil de Sevilla

 

El camarero se acerca con una botella, de esas frías y con el líquido en brillo atractivo. Quita el tapón y sobre una catavino te pone un poco de lo que tu crees que es manzanilla de Sanlúcar. Encima de la copa pone una regañá con algo de tapa por lo alto. Es como si en el restaurante Manzil quisieran hacer un homenaje a una de las teorías que hay sobre el origen de la tapa, que fuera algo de comer que se ponía encima de la copa de vino  para evitar que caiga algo «indeseable» en el vino.

Sin embargo, cuando pruebas la manzanilla…oh sorpresa, el líquido sabe a gazpacho, vamos que, en realidad, es un gazpacho genialmente tratado por el equipo de cocina que dirige Juan Andrés Morilla, el alma de Manzil, el restaurante de alta gastronomía situado en la calle Alfonso XII.

El cocinero explica que «lo que hemos hecho es hacer un gazpacho normal, pero lo que hacemos es dejar reposar el tomate hasta que se separa la parte de la pulpa del líquido que queda en la parte superior. Lo que aprovechamos es este líquido, el agua del tomate, para luego hacer el gazpacho. Por encima van los ingredientes que se suelen poner como tropezones en este plato colocados sobre una regañá. Así va un poco de pepino, un poco de verdura muy picada y un trozo de caballa y un pedacito de piparra».

Este plato es una de las nuevas incorporaciones al nuevo menú degustación que ofrece el establecimiento desde el pasado mes junio (aquí más info).

Horarios, localización, teléfono y más datos de Manzil, aquí.

¿Quieres saber como se come en Manzil? aquí un reportaje:

Manzil, alta cocina escrita en «andalú»

 

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