El restaurante sevillano de cocina marroquí fusionada servirá próximamente unos desayunos tipo brunch con panes como el Beghrir con ingredientes típicos la gastronomía del país

 

 

Unos hijos agradecidos a la dedicación de su madre que los crió en solitario es la historia tras el restaurante marroquí La Alcoba en Sevilla, que tras un año y algunos meses desde su apertura, ha renovado su aspecto para seguir creciendo y ofreciendo unas curiosas mezclas entre la cocina andaluza y la marroquí.

Eddaouia Dayan. Foto cedida.

El centro de este negocio es Eddaouia Dayan (conocida aquí como Claudia), una mujer marroquí que llegó hace 25 años a España y madre de cuatro hijos, de los que tres, Aisha, Tareq y Rashid Marih la acompañan y homenajean día a día en La Alcoba. Fue ella la primera que llegó aquí, con el objetivo de traer a su familia, y finalmente lo consiguió. Cuenta su hija Aysha que a su madre siempre le ha gustado cocinar y que además siempre lo ha hecho muy bien. Ella y sus hermanos siempre han trabajado en el sector de la hostelería mientras lo compaginaba con sus estudios, por lo que el proyecto de tener su propio restaurante no era nada descabellado.

Durante la pandemia, y haciendo gala de la valentía que Eddaouia les ha inculcado, sus hijos comenzaron a barajar la idea de crear La Alcoba, palabra de origen árabe que significa «la cúpula». Querían que su madre fuera el centro, la protagonista de este espacio, porque explican «es una persona que siempre se ha dedicado a los demás».  Vieron el local y tras una profunda limpieza lo pusieron en marcha en marzo de 2022, una fecha para valientes, cuando se permitió la apertura con horarios restringidos de los restaurantes. En este tiempo el local ha ido creciendo, y este verano han hecho una reforma para que su aspecto defina mejor lo que quiere transmitir la cocina de Claudia. Es una cocina tradicional marroquí fusionada, con la que, según Aysha, quieren corregir la visión orientalista que se tiene de la otra parte del Estrecho, demostrar que hay una fuerte unión entre su gastronomía y la del sur de Europa.

El resultado es una cocina que se atreve a mezclar con sentido ambos recetarios. Como ejemplo, las croquetas de tajín, en lugar de puchero, un Remojón andalusí, el Pulpo a la harissa, o el Cous cous negro con salmón asado, que conviven en la carta con platos tradicionales como la Pastela (recomendada por uno de nuestros tapatólogos), los Pinchos morunos o los Briwat. Una carta que se va transformando con las sugerencias que madre e hijos se van haciendo.

Almejas en salsa harissa, uno de los platos que fusiona la cocina local con la marroquí. Foto cedida.

Como parte de esa fusión comenzaron a preparar panes marroquíes para los desayunos, donde también sirven productos de la zona. Msemen,Harsha y Beghrir son las tres variedades que preparan. Ahora está realizando pruebas para ofrecer un novedoso brunch donde además de estos panes incluirán ingredientes dulces y salados de Marruecos. “La gente que no tiene prejuicios y prueban nuevas mezclas y les gustan”, explica Aysha. Esperan que estos desayunos comiencen a funcionar durante el mes de diciembre.

Dirección, horario, teléfono y más datos de La Alcoba, en este enlace.

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