Salvador Márquez y Patricia Rodríguez se embarcaron en 2016 en cultivar sus propias viñas de Petit Verdot, Syrah y Tintilla de Rota dando vida a unos vinos afrutados que han comenzado a comercializar por las provincias de Sevilla y Cádiz.

 

Existen personas que se mueven por impulsos o emociones. Esas que poseen la intuición de reconocer cuando su corazón les dicta el camino correcto, el que realmente les motiva o hará felices. Salvador Marquez es una de ellas. Cuando un compañero de trabajo invitó a este ornitólogo hace unos años a participar en una vendimia en Trebujena, nada le hacía presagiar que ese primer contacto con las viñas cambiaría su vida. Con las manos pringadas de aquel churrete pegajoso y la boca llena de un dulzor «que ya nunca se me olvidaría», Márquez supo que quería elaborar sus propios vinos. «Decidí utilizar dos hectáreas de una finca familiar que tenía en Pruna y embarcarme con mi mujer, Patricia Rodríguez, en nuestro propio proyecto. Y formarnos a la vez en vitivinicultura», relata Salvador Márquez. Corría 2016 y la Alquería de Pruna empezaba a cobrar vida.

Una bodega que en la actualidad cuenta con 2000 cepas de Petit Verdot, otras 2000 de Syrah y el mismo número de Tintilla de Rota y en la que Patricia y Salvador trabajan con mimo de forma artesanal y con métodos ecológicos para crear sus dos tipos de vino tinto. «Hacemos una vendimia temprana, cogemos la uva un poco más verde para obtener un resultado final suave, fácil de beber y con mucha fruta» De esta forma definen Márquez y Rodríguez a sus tintos de etiqueta roja y blanca, elaborados ambos con sus tres variedades de uvas, el primero joven y el segundo envejecido en barrica de roble americano. De ellos, producen entre 3000 y 4000 botellas anuales. «Nuestro recorrido aún es corto. Nuestra primera cosecha fue hace dos años. Somos una bodega joven pero con mucha ilusión», sentencian

Y es que entusiasmo no le falta a la pareja. A la par que realizan catas y actividades para dar a conocer su producción, ya proyectan el lanzamiento, en un plazo corto de tiempo, de un vino monovarietal de uva Syrah y otro de Petit Verdot en barrica, este último en edición limitada de 200 botellas. En la actualidad, los tintos de La Alquería de Pruna pueden conseguirse tanto en la web de la firma como en distintos puntos de venta distribuidos por las provincias de Sevilla y Cádiz. «Nuestras viñas están en Pruna (Sevilla) pero Patricia y yo residimos en el Puerto de Santa María (Cádiz). Por ello estamos comenzando a introducir nuestras creaciones por ambas provincias». Además, algunos restaurantes de las dos zonas como La Tizná en Sevilla o los gaditanos La Tarara en Olvera, el Canijo de Algodonales, el Refugio de Angélica en Benaocaz o Bahía de Valdelagrana en El Puerto de Santa María también sirven las creaciones de La Alquería.

El tinto joven es más afrutado y el blanco está envejecido en barrica de roble. Foto cedida

El tinto joven es más afrutado y el blanco está envejecido en barrica de roble. Foto cedida

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