La empresa centenaria de Castilleja de la Cuesta abrió en diciembre un establecimiento de venta directa en el centro de Granada y podría tener planes de hacerlo en otras ciudades como Madrid o Barcelona.
Inés Rosales, la centenaria empresa sevillana especializada en la elaboración de las tortas de aceite que le otorgan fama mundial, iniciaba en el mes de diciembre una nueva línea de expansión comercial a través de la apertura de tiendas más allá de la provincia de Sevilla.
Así, desde el pasado 6 de diciembre, Granada ya cuenta con su propio establecimiento de venta directa al público, ubicado en la céntrica calle Provincias, entre las plazas Bib-Rambla y Pescadería. Se trata de la cuarta tienda de Inés Rosales en Andalucía, junto a la de Sevilla y las dos de Castilleja de la Cuesta, y la primera fuera de la provincia hispalense.
Con el objetivo de acercar su sabor tradicional a distintos puntos turísticos, «La Tienda de Inés Rosales», nombre de la franquicia, barajaría de cara a 2019 protagonizar nuevas aperturas en otras ciudades de la geografía española, entre las que podrían encontrarse Madrid o Barcelona.
En ellas, además del protagonismo su «Legítima y Acreditada Torta de Aceite», se encontrarán géneros anuales como cortadillos de cidra o torta de polvorón, además de sus especialidades de tortas sin azúcar, con naranja de Sevilla o de tomillo.
Cuando en 1910 la joven castillejana Inés Rosales Cabello decidió recuperar la tradicional torta de aceite del Aljarafe sevillano como acicate para su difícil economía familiar, nada le hacía presagiar que estaba dando a luz a un producto que se convertiría, años después, en todo un emblema de la «marca España». A principios del siglo XX, Inés Rosales, que acudía a pie a vender sus productos hasta Camas, la Pañoleta o la estación de Córdoba-en la actualidad plaza de Armas- en Sevilla, alquiló el horno de la panadería de su pueblo y empeló a mujeres viudas para fabricar y vender las tortas de aceite. Nacían las tradicionales «labradoras». Hoy la marca Inés Rosales, regentada por la familia Moreno Pedrosa desde 2004, cuenta con una fábrica de tortas en Huévar del Aljarafe con un centenar de empleados, en su gran mayoría mujeres, que abren las masas de las tortas una a una y a mano, tal y como las enseñó Inés, y con el aceite de oliva como mejor conservante natural.
En la actualidad, la empresa exporta a más de una treintena de países, disponiendo de una sede comercial en Estados Unidos, su mayor mercado. Le siguen después Israel, con números también relevantes en Canadá, Chile, Argentina y México, aunque en el país norteamericano incluso han tenido que poner en marcha una sede de gestión para facilitar el trabajo diario.
El principal reclamo de Inés Rosales sigue siendo su torta tradicional, que supone, según explica la familia Moreno Pedrosa, el 90% de la producción de la compañía. Estas se elaboran en Huévar del Aljarafe exportándose desde allí a varios países sin perjuicio de mantener en buen estado el producto hasta llegar al consumidor final gracias a la utilización del aceite de oliva.