Ignacio del Noval abrió hace un año esta pequeña y sencilla panadería que ha conquistado a sus vecinos y a dos destacados restaurantes sevillanos

 

 

Harina, agua y sal. Esos son los tres únicos ingredientes con los que Ignacio del Noval elabora su pan en el obrador y despacho de la Plaza Alcalde Horacio Hermoso. Un negocio que en 2022 siguiendo la fórmula más simple pero a la vez la más demandada por los amantes del pan de verdad

Llevó al mundo de la panadería a través de su hermana Blanca del Noval, cocinera de importante trayectoria que ha pasado por el Basque Culinary Center, experta en gastronomía sostenible y coautora del libro “Silvestre, la gastronomía de las plantas” editado por Planeta Gastro. Viendo su éxito, Ignacio se planteó un futuro profesional en hostelería. Se formó en la escuela de hostelería de la Taberna del Alabardero en pastelería y repostería, y trabajó junto a dos prestigiosos panaderos, Jordi Morera en Barcelona y Domi Vélez en Lebrija.

Hogaza de pan moreno de Noval. Foto cedida.

Aunque desde pequeño el pan ha sido una de sus comidas preferidas, fue junto a Jordi Morera donde el mundo de la panadería le atrapó por completo. Comenzó a buscar trabajo en panaderías artesanas de Sevilla, pero ninguna de ellas tenían vacantes, así que se lanzó como autónomo con su propio establecimiento.

La base de su pan es la sencillez, tanto en ingredientes como en variedad. Utiliza harinas molidas a la piedra y masa madre. Solo tres ingredientes: agua, harina, y sal. Elabora cuatro tipos de panes: hogaza de pan moreno, bollo sevillano, pan de molde con avena, y pan de molde con centeno de la variedad gigantón. Los hace completamente a mano en su pequeño local de 37 metros cuadrados. De vez en cuando prepara molletes y algo de bollería, pero es puntual, ya que es él el que por ahora elabora, atiende y gestiona.

Dos de las cuatro variedades de Noval son pan de molde. Foto cedida.

Clientela no le falta, esa que busca pan recién hecho y con buena materia prima. Muchos se acostumbraron a este con la panadería Baking Bread que se encontraba en la calle Compositor Manuel Castillo, pero que cerró.

En estos dos años, Ignacio se ha hecho con dos destacados restaurantes como clientes que ofrecen su pan a los comensales. Uno de ellos es Leartá de Manu Lachica y Rita Llanes, que en pocos meses de vida ha recibido muy buenas críticas por particular versión de los clásicos sevillanos a través de la alta cocina (lee aquí una crónica sobre la comida en Leartá). El otro, Suculento de Rafa González y Carlos Ramos, centrado en una cocina de productos locales y algo de fusión.

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