Dos emprendedoras ponen en marcha un establecimiento que emula a estos típicos locales de Jerez de la Frontera, a caballo entre la taberna y el despacho de vinos, ofertando una carta donde los productos originarios de la provincia de Cádiz son los protagonistas.
Pese a estar afincada en Sevilla desde hace unos diez años, la empresaria Marina Gómez lleva su origen jerezano por bandera. No lo oculta. Gómez siente devoción por la ciudad y provincia que la vio nacer y, en particular, por sus vinos y gastronomía. Con la intención de acercar «un trocito de la esencia de Jerez y Cádiz hasta Sevilla», la empresaria le planteó a su socia sevillana, Ingrid Jurado, que su primer proyecto hostelero conjunto estuviera impregnado de sabor jerezano. Jurado accedió.
Y puestas a bucear en la entrañas de Jerez de la Frontera optaron por dar vida a un tabanco, establecimiento típico jerezano a medio camino entre una taberna y un despacho de vinos, en pleno Tomares: el Tabanco del Sur. «Queríamos montar algo distinto a lo que habitualmente se encuentra en Sevilla y hacer una labor de divulgación gastronómica de los vinos de Jerez y los productos de la provincia de Cádiz», se reafirma Marina Gómez.
Así, desde el pasado 10 de enero y ahora de nuevo desde el 11 de mayo, el lomo en manteca de Vejer de la Frontera, el queso Payoyo de Villaluega del Rosario, el atún de almadraba o los chicharrones de Jerez, son los protagonistas absolutos de la carta del Tabanco del Sur, donde ocupan un lugar especialmente destacado, como no podía ser de otra forma, los vinos de Jerez (Oloroso, Amontillado, Fino, Palo Cortado o Vermú) y los tintos de Cádiz.
Una oferta gastronómica basada en tapas y platos donde también tienen cabida los guisos tradicionales como la carrillada al Pedro Ximénez o el albondigón al Jerez, los montaditos ,entre los que destaca el de lomo en manteca, o las tablas y tostas de chicharrones o de atún de almadraba, respectivamente, que el equipo de Gómez y Jurado sirve en tablas personalizadas o en el característico papel de estraza de las tabernas. «Hemos cuidado al máximo todos los detalles para evocar a un tabanco auténtico, aunque algo modernizado», aclara Marina Gómez quien resalta de la decoración del local sus continuas alusiones a los vinos de Jerez: lámparas de catavinos o cestas de la uva, bocoyes o incluso un jardín vertical de parras y uvas.
Como buen tabanco que se precie, el del Sur en Tomares cuenta con su propio despacho de vinos a granel donde venden directamente a sus clientes.
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