La Vechia Toscana es uno de los restaurantes italianos más originales del Aljarafe. Regentado por dos hosteleras de La Toscana ofrece una original carta de pizzas y pasta con ingredientes tan originales como los grelos o la calabaza, todo ello servido en un salón lleno de flores, llamativas lámparas y manteles de colores
La Vecchia Toscana es un sitio diferente desde que entras por la puerta. Nada predice lo que te vas a encontrar en el interior. Fuera, apenas un cartel anunciando el horario y los teléfonos para los pedidos a domicilio. Pero una vez dentro la decoración te sorprende y algo te dice en el cuerpo que aquello es otra cosa, de esos sitios que llevan el sello de auténticos.
Daniela Ciraudo te saluda sonriente detrás de la barra. El mostrador está cubierto de ladrillos vistos y musgo verde. Encima una jaula de pájaros, sin pájaro, pero pintada en tonos pastel y adornada con una especie de trenzas de hojas verdes. Te pregunta si tienes reserva y te lleva hasta las mesas del comedor. Todas están cubiertas con unos manteles también de flores y a juego con las servilletas. Una comodita como del siglo XIX preside la estancia en la que hay grandes jarrones, vistosas lámparas que cuelgan del techo, cuadros y espejos.
La obra es de su socia, la cocinera Paola Biagi. Llegaron a España en el año 2010 para poner en marcha un restaurante italiano que reivindica la cocina clásica de aquel país, sin adornos, ni ingredientes innecesarios. Quieren mostrar al público la cocina de la antigua Toscana, su región de nacimiento.
Paola, que borda la masa de las pizzas, elabora ella misma el asado de cerdo con el que preparan algunas de sus platos y rellena uno a uno los ravioli de alcachofas y panceta, trabajó de joven en una firma de moda italiana y ahí aprendió a codearse con el buen gusto… y así surgió la originalísima decoración del establecimiento.
En el sitio todo está cuidado. Los vinos y las cervezas también vienen de Italia. De eso se ocupa Daniela que se formó también, al igual que Paola, en hostelería antes de poner en marcha su primer negocio. Hay cervezas de Peroni o de Moretti y no faltan ni el Lambrusco, ni el Fragolino ni tampoco un monovarietal Merlot de la región de Veneto o un syrah de Sicilia. Los amantes de la tradición tienen también un aperitivo martini personalizado por ellas mismas o unos zumos de frutas.
Pero si el sitio llama la atención por su estética, la carta no se queda atrás en originalidad. La propuesta, presentada en unos impresos en colores protegidos con una funda de plástico, contiene unos 7o platos, mayoritariamente pasta y pizzas, aunque también hay ensaladas y algunos aperitivos basados en el pan.
La primera originalidad es un apartado dedicado a los gnocchis, las bolitas italianas de patata mezcladas con un poco de harina. Los elaboran ellas mismas y se pueden tomar hasta de 8 formas diferentes, incluidos, fuera de carta, unos realizados con patata morada y que se acompañan con una salsa de calabazas, langostinos y un toque de queso.
Paola define su cocina como «fiel a la tradición pero con toques propios, respetando la historia de los platos y el gusto en la combinación de los ingredientes. Uno de nuestros ingredientes es el sentido común. Tratamos de que todos nuestros platos sean equilibrados». Sin duda alguna una muestra de su buen gusto son las dos pizzas estrellas de la casa: La Posillipo y La Aristocrática (13 euros cada una). La masa es de esas que no se hace nada pesada, tiene sus rebordes más gordos y es de las que te la comerías sola. El ingrediente estrella de ambas es la «porchetta», una carne de cerdo que asan ellas mismas en el horno a baja temperatura y aderezan con una mezcla de especias. En la pizza va cortada en lonchas de tamaño generoso. La Posillipo lleva además queso ahumado tipo Provola y grelos, unas hojas verdes con tallo, muy populares en Galicia y también en Italia y que le dan un toque fresco a la preparación. En el caso de La Aristocrática, el tomate, el ingrediente habitual de las pizzas, se sustituye por una crema de calabazas que también es casera. Aquí el queso que usan es Mozarella y Emmental.
Paola y Daniela señalan que «aliñan» las pizzas con un poco de orégano y que esto también se hace en la zona de La Toscana de donde ellas proceden. La masa lleva 48 horas de reposo y se hace a alta temperatura, a unos 320 grados. Utilizan para la base tomate triturado que traen desde Italia «y que no tiene ácido cítrico, lo que hace que su sabor sea suave». También viene desde su país el queso Mozarella.
Hay también pizza con mortadela italiana y calabacines, con crema de aguacates, salmón y avellanas o con peras, varios tipos de queso o con una crema de pistachos.
La Posillipo, que es la que hemos probado, resulta muy jugosa, aunque también hay posibilidades para los clásicos y hay cuatro quesos o alguna creación especial para vegetarianos. La originalidad alcanza también a los platos de pasta. Hay parpadelle, que son unos tallarines pero mucho más anchos. Estos, también traídos de Italia, se pueden tomar, por ejemplo, con salsa de tomate y carne picada de jabalí o con almejas, calamares, langostinos y mejillones. La pasta rellena la elaboran ellas mismas. Hay fagottini, tortellini o ravioli. Hay desde un relleno tradicional de carne picada y salsa boloñesa, hasta una crema de queso con nueces que lleva luego una salsa de Gorgonzola (una especie de queso azul italiano) con tropezones de nueces y jamón.
Otra de las atracciones de la carta son las lasañas. Suelen tener hasta tres y algunas veces alguna más fuera de carta. Tienen la tradicional cubierta con bechamel y queso, otra a la que le agregan alcachofas y una tercera con setas.
El sitio también cuenta con un apartado especial dedicado a las personas vegetarianas que pueden encontrar gnocchis, pasta o pizzas especiales para ellos.
Los postres es otro apartado que le gusta especialmente a Paola Biagi. «Tenemos encargos de tartas y postres para llevar porque saben que están muy buenos» señala Daniela Cirardo. La estrella de la casa es el Tiramisú, un postre típico italiano realizado con bizcocho, café, cacao y crema y también una crustella de Nutella que se calienta un poco antes de servirse.
Todos los productos no sólo se pueden tomar en el establecimiento, sino que también los llevan a domicilio o los preparan para llevar. Son originales hasta en el horario, ya que sólo abren viernes y sábados, para almuerzos y cenas y los domingos, sólo para almuerzos.
Horarios, localización, teléfono y más datos de La Vechia Toscana, aquí.