La Tintorería Clandestina es un proyecto de Víctor Gamero, propietario de El Mercader de Triana, y Javier Compás, donde organizan menús maridados, catas y eventos privados. Se encuentra en una de las zonas con más arte e historia de Sevilla, en el mismo lugar el que último corralón de los artesanos.

 

Que algo tenga el adjetivo «clandestino» lo hace más atractivo. Un buen enganche para conocer el nuevo espacio gastronómico de Triana, en el que se mezcla la cocina, el vino y un lugar marcado por la historia. Se trata de La Tintorería Clandestina.

El cocinero Víctor Gamero fundó hace dos años la Abacería El Mercader de Triana en la calle Alfarería. En el establecimiento, los vinos tienen el mismo protagonismo que la comida, por eso Javier Compás le propuso complementar la actividad normal del restaurante con catas maridadas. De esta manera surge la idea de La Tintorería Clandestina, materializada en diciembre de 2022, con un espacio destinado exclusivamente a catas y eventos privados.

El local es muy especial. Está ubicado en unos antiguos hornos alfareros que pertenecían a la antigua fábrica de cerámica trianera Montalván de 1850, aunque es posible que sean anteriores. En el mismo lugar se encontraba el que fuera el último corral de artesanos que quedaba en Sevilla, donde convivían imagineros, orfebres, carpinteros…

El actual propietario de la finca le dio una nueva vida reformandola aunque ha mantenido su esencia. Lo mismo han querido hacer con La Tintorería Clandestina, donde solo han montado una cocina y usado un mobiliario sobrio que no le quita protagonismo al romanticismo que desprenden las paredes de ladrillo. Tanto el ambiente como la dinámica del establecimiento fomentan la interacción entre todos los asistentes a las catas.

En el local se encuentran unos antiguos hornos alfareros. Foto cedida.

Parte de la propuesta consiste en degustar la comida de Víctor Gamero en forma de menú cerrado, acompañada por los vinos seleccionados por Javier Compás.  Juntos diseñan ofertas tematizadas que lanzan una vez al mes en varias convocatorias, cada una de ellas limitada a 12 plazas.  Quienes quieran participar deben reservar con antelación. Además, organizan catas o cenas privadas, para las que ya hay configurados unos menús, pero se pueden adaptar a peticiones más concretas por parte de los clientes.

Gamero sigue la misma línea en sus platos para La Tintorería Clandestina, una cocina de raíces sevillanas y andaluzas pero actualizada. En cuanto a los vinos, al igual que en el Mercader de Triana, seleccionan pequeñas bodegas con vinos singulares, difíciles de encontrar,  todos de origen español con especial atención a los andaluces.

Dirección, teléfono y todos los datos de La Tintorería Clandestina, aquí.

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