Lo nuevo de Ramón López de Tejada en el centro ofrece desayunos, meriendas y picoteo con sustancia al mediodía con una estética que rinde homenaje a las antiguas cafeterías de postín de la ciudad
Una puerta automática, de las que se abren sin que la tengas que tocar abre paso al establecimiento. Detrás Charo Ruiz, vestida con una elegante chaqueta pantalón, se encarga de conducirte hasta una mesa o a la barra, el sitio que desees y si la cosa está hasta arriba, como ocurría hoy al mediodía, pocas horas después de la inauguración, te dice que te avisará en el momento en que se quede algo libre.
Ramón López de Tejada el artífiice de este sitio de «atención esmerada y charcutería selecta» estrecha manos detrás del mostrador ataviado con una camisa lisa y corbata a juego. Los camareros visten chaquetilla negra con el logotipo impreso del establecimiento y pantalón a juego.
Ramón Löpez de Tejada con la carta de El Gran Café España. Foto: Cosasdecome.
El establecimiento está en pleno centro, a pocos metros de El Corte Inglés de El Duque y a 300 de las torrijas de La Campana, en la esquina entre Trajano y Lasso de la Vega. El espacio, situado en el sitio que ocupo la antigua tienda de muebles Matamoros, tiene forma de escuadra. A la izquierda, según se entra, barra, bastante amplia, contrabarra con mesas altas y un pequeño reservado separado del resto de la estancia por un gran expositor de vinos y licores. A la derecha el comedor: mesas bajas, en color como caoba, sillas a juego y sofases para sentarse. Cortinas color azul clarito y en las paredes papel pintado con motivos vegetales. Como único decoración una colección de espejos antiguos que dan contraste a la estancia, como haciendo un juego de nuevo- antiguo, que da bastante calorcito al sitio.
La barra del establecimiento. Foto: Cosasdecome.
En la barra hay expositor de tapas y, como tarjeta de presentación a la entrada una vitrina con las «chacinas selectas». Justo al lado una llamativa máquina para conseguir que el jamón york y la mortadela italiana salgan en su grosor justo, que en estos productos es algo importante.
El gran café España empieza a funcionar a las nueve de la mañana y cierra a las nueve de la noche. Desde entonces se irán superponiendo cartas de desayunos, picoteo al mediodía y meriendas, muy en la línea de esos grandes cafés de finales del XIX y principios del XX que ofrecían esta misma oferta en un ambiente distinguido.
El gran café España no cae en la nostalgia. Es un homenaje a los grandes cafés del pasado, pero montado en plan siglo XXI. Para desayunar la oferta es amplia. Se puede tomar desde el café y tostada de toda la vida, hasta un completo menú bautizado con el nombre de «gran café España» y que lleva desde una copa de cava hasta unos picatostes, pasando por zumo de naranja, café, huevos revueltos con porcheta y pan tostado, una pieza de bollería o una empanada y un poquito de pan con embutido, vamos una especie de lo que los modernos llaman «brunch» pero con el sello de la casa.
Los precios oscilan entre los 3,25 del desayuno básico a los 20 de el «gran café España».
Vista exterior del establecimiento. Foto: Cosasdecome.
Ramón López de Tejada es un estudioso del mundo de las chacinas, los quesos y las conservas. Se inició en la profesión precisamente con una tienda de estas delicadezas gastronómicas que luego derivó en la famosa antigua abacería de San Lorenzo, un local que dejó de regentar hace unos meses para poner en marcha este gran café y otro proyecto hostelero que pondrá en marcha en el antiguo restaurante Enrique Becerra en los próximos meses y bajo el nombre de «La Excusa Perfecta».
Así en este local, este mundo será uno de sus atractivos. En la vitrina se exponen ya vistosos quesos, chocolates de prestigio y mortadelas traidas de Italia, pero no será este el único pilar donde descansará el gran café.
En un texto colocado al comienzo de la abultada carta del local, se expone que el gran café quiere convertirse en un sitio para «potenciar la tertulia, la charla, el café y la comida reposada». Así después del desayuno se abre una carta de tapeo y de restaurante en la que tienen peso el plato del día, siempre elaborado con legumbres, el pescado, que vendrán de una pescadería cercana y la carne, que también irá variando.
Para picar tienen ensaladilla de gambas (4,50), pastel de cabracho con dos salsas (7,50) pavo trufado (6,50), tortilla (3,50), guiños a esos grandes cafés con un tazón de caldo al Jerez por 5 euros o un toque de sofisticación con una delicia de sobao pasiego, morcilla patatera y anchoa.
No faltarán tampoco los huevos rellenos, en este caso con paté y jamón ni las croquetas de jamón atocinado.
Unos cuantos huevos rellenos para comerte media docena…sin exagerá
Pero el establecimiento también ofrece la opción de comer por derecho con propuestas como un steak tartar de novillo (14 euros), uno de los productos fetiches de Ramón, un salmón marinado en el propio establecimientoo (14) o un arroz negro con alioli de bogavante y chipirones asados (16 euros).
Hay también lomo de bacalao a la riojana, solomillo ibérico Wellington o patatas panaderas con tomate frito y dos huevos, otro guiño a la «biografía gastronómica» de Ramón, y sus platos con huevos.
El establecimiento presta una gran atención a los vinos. La carta es extensa y hay presencia de jereces, vinos de varias denominaciones de origen, vinos andaluces, licores y una carta especial de espumosos. De hecho la coctelería y la copa también es otra de las áreas que quiere cubrir el establecimiento por las tardes.
Así hay un apartado especial de «meriendas» con postres que van desde el milhojas de nata, un clásico sevillano, hasta las tortitas con nata o la torrija. También se reivindica aquí otro clásico, el emparedado, la versión más de aquí del sandwich.
Durante la Semana Santa el local estará abierto todos los días entre las diez de la mañana y las ocho de la tarde.
Horarios, localización, teléfono y más datos de el Gran Café España, aquí.
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