Los propietarios del también trianero La Atrayana abren La Corrala, ubicado en la calle Constancia, donde rendirán culto a una cocina sencilla y a la vista mediante tapas y menús degustación.

 

A los empresarios sevillanos Ignacio Matías Mestre, Roberto Fernández, Borja Cuéllar y Raúl Moreno no les gusta caer en lo típico, ni en lo tópico, en sus proyectos gastronómicos. No lo hicieron con La Atrayana, su primer restaurante en común inaugurado hace menos de un año en Triana. Ni tampoco con su nueva criatura, La Corrala, que ha abierto sus puertas en el número 36 de la también trianera calle Constancia. Un establecimiento que, según sus propietarios, «pretende sorprender con un tapeo diferente basado en un producto fresco, casi no adulterado y que se cocina ante los ojos del cliente».

La amplia barra y su cocina a la vista serán protagonistas del espacio. Foto cedida por el establecimiento

La amplia barra y su cocina a la vista serán protagonistas del espacio. Foto cedida por el establecimiento

Así, el centro neurálgico de La Corrala es una cocina abierta con su correspondiente barra donde se elaboran los platos en el instante y a la vista del comensal. «Apostaremos por una cocina sencilla. Los productos solo irán a la plancha, al horno, salteados o gratinados «, explica Raúl Moreno. El propietario afirma que se basan en el formato tapa y que cuentan con dos menús degustación bautizados como ‘Dame de comer x15’ y ‘Dame de comer x20’. Ambos se componen de cinco platos que «se diseñarán sobre la marcha y según las necesidades del comensal» y poseen una estructura marcada: el primer pase corresponde a un plato vegetariano, el segundo a un pescado, el tercero a una carne, el cuarto a un carbohidrato (ya sea pasta o arroz) y el quinto un postre.

Al igual que en La Atrayana, la bodega de La Corrala también apuesta por los vinos ecológicos y los naturales, aunque dando un mayor protagonismo a las cervezas artesanales.

Interior del nuevo espacio. Foto cedida por el establecimiento

Interior del nuevo espacio. Foto cedida por el establecimiento

El espacio tiene capacidad para unas veinticinco personas en su interior y también cuenta con una pequeña terraza. «Todo con envuelto en un aire íntimo, por su capacidad y por la preponderancia de la madera en su decoración», concluye Moreno.

Más datos sobre La Atrayana, el otro establecimiento del grupo, aquí.

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