El pequeño puesto y obrador La Vida es Bella en el mercado de los Remedios es un espacio con mucha vida en el que tomar un sencillo desayuno o comprar dulces tradicionales

 

Mónica Serantes es repostera por afición y casi autodidacta. Empezó dedicándose a la pastelería creativa, haciendo pruebas en casa y formándose online. Poco a poco fue tomando forma La vida es bella, una dulcería que se instaló hace casi dos años en el puesto número uno del mercado de Los Remedios.

Hojaldritos de guayaba, un dulce típico en Cuba. Foto cedida.

La repostería tradicional fue ganando terreno en el horno de Mónica frente a la creativa, que, opina, está más enfocada a eventos. Así, quienes acudan al mercado pueden verla elaborar y despachar, ya que el puesto es también obrador. Tocino de cielo, arroz con leche, poleás, magdalenas, bollos de leche, pan… se pueden encontrar en su expositor, aunque no en gran cantidad por el pequeño espacio que tienen. Si los clientes no encuentran lo que buscan, pueden pedírselo a Mónica, que lo preparará en los siguientes días. Todo es casero y sin aditivos, como en  las mermeladas, en las que no utiliza sabores artificiales, colorantes o espesantes. Hace algunos guiños a repostería de otros países como scones escoceses, hojaldritos de guayaba de Cuba o una tarta de nata y fresas que le encargó una clienta japonesa, donde el bizcocho es más esponjoso y menos dulce que los de aquí.

Además de trabajar en su dulcería, Mónica sigue formándose. Las alergias e intolerancias le interesan especialmente. Aunque no puede tener dos espacios separados, sí elabora sin gluten pero avisando de que puede contener trazas, en caso de que la intolerancia sea muy grave.

El puesto también sirve desayunos sencillos con tostada o un dulce. Foto cedida.

A pesar de ser un pequeño puesto, tiene mucha vida: «pequeñito en espacio pero grande en detalles», explica la propia Mónica. Por ejemplo, sirve desayunos tradicionales: café, zumo, tostadas, dulces. También organiza actividades, como una reunión de tejedoras de los jueves en la que tejen y meriendan. Para los niños organiza talleres de repostería infantil que en verano ocupan toda la mañana y en los que elaboran pan de masa madre e incluso hacen la compra en el mercado. Mónica quiere promover que las próximas generaciones acudan a los mercados, así como que conozcan otros pasteles de aquí como las yemitas, e ir más allá de brownies y cupcakes.

Otras de las vidas del puesto está en el apartado de intercambio de libros, donde quienes quieran pueden coger un libro de forma gratuita, a cambio de dejar otro. También cuenta con una hervidora y bolsas de té e infusiones para quienes quieran llevarse la bebida mientras compran.

Pan elaborado por Mónica en La Vida es Bella. Foto cedida.

A través de su página web se pueden hacer pedidos que reparte al día siguiente en Triana y Los Remedios, de momento. Otra opción es encargarlo en la web y recogerlo en el mismo puesto. En la web publica un blog donde el que reflexiona sobre su trabajo, su día a día y los vínculos que crea a través de la repostería.

Horarios, dirección y más datos de La Vida Es Bella.

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