Con motivo del cambio de estación, el establecimiento renueva su oferta gastronómica con algunas incorporaciones como la tosta de Inés Rosales con queso crema y salmón, el bocadillo con pan brioche de calamares o un arroz con pato.
La temporalidad de los productos prima en 4 Almas. Por ello, sus chefs Alberto Nieto y Oliver Romero, de dilatada trayectoria profesional en restaurantes como Diverxo, StreetXo, Arzak, Rekondo, realizan varios cambios de carta al año. En esta ocasión, estrenan la correspondiente a otoño con nuevas incorporaciones entre las que Nieto y Oliver destacan la tosta de semimojama con payoyo, la tosta de Inés Rosales con queso crema y salmón en un guiño a Sevilla, así como el aire gamberro y callejero Brioche Madrid, su propia versión del clásico bocata de calamares.
Además, mantienen su apuesta por los arroces añadiendo una nueva versión con pato en el utilizan el ave en su totalidad tanto para hacer el fondo del arroz como para una mousse que se pone en el plato. Otro clásico que no falta en su carta son sus croquetas. «Las freímos con Panko y no con pan y además utilizamos un velo de tocino ibérico de bellota que quemamos con un soplete en la mesa y esto hace que el olor en la sala y las llamas saliendo del tocino haga que el resto de las mesas la pidan», resaltan Alberto Nieto y Oliver Romero.
En el apartado de carnes consolidan la ternera gallega con piezas como el T-Bone o el Tomahawk de ternera, cuyo peso oscila 2,5-3 kilos y que sirven por encargos. En cuanto a los pescados frescos, resaltan el ceviche de corvina sobre causa limeña «que lleva desde inicio porque al igual que las croquetas o el arroz la gente no nos deja quitarlo de la carta».
Txangurro en su concha, gyozas de verduras y también de pollo o las patatas bravas completan la oferta de la carta de 4 Almas que, como viene siendo habitual en este restaurante, tiene una estructura basada en unas tapas (unas doce propuestas), dos arroces, pescados y carnes. Y para concluir, cuatro postres caseros.