El restaurante ofrece este pescado cuya carne y aspecto recuerda a los mariscos
«Los estamos sirviendo hoy y no sé se llegaremos a tenerlos mañana» indica Juanlu Fernández, el gerente del restaurante Cañabota de Sevilla, un local especializado en pescados y mariscos.
El malarmao es un pescado muy dificil de ver en los restaurantes. La primera razón por la que esto esto ocurre es porque llega a cuentabotas a los puertos pesqueros y la segunda es porque es un pescado muy desconocido y con un aspecto como si fuera del Jurásico.
Es un pescado cuya forma y textura de su carne recuerda includo al marisco. Su piel es muy dura y su cabeza es casi como una carcasa. Juanlu Fernández señala que «por eso lo estamos ofreciendo como si fuera un marisco, como una cigala. Lo abrimos por la mitad y lo asamos a la parrilla tan sólo por el lado de la piel, para así proteger la carne que es exquisita y sabe a marisco. Lo tienen en carta a 60 euros el kilo.
Los pescados de Cañabota vienen de la mano de otro de los socios del establecimento, Eduardo Guardiola. Este especialista en productos del mar, que se recorre diariamente varios puertos para surtir a los restaurantes del grupo (Cañabota, Tribeca y Salmedina), además de la pescadería Astaroh que posee en el puerto pesquero de Rota, señala que normalmente este pescado procede de la lonja de El Puerto de Santa María. Lo hay pocas veces, pero cuando lo encontramos lo traemos.
Guardiola señala que además de en Cañabota lo solemos tener también en Tribeca. «Allí mi hermano Perico lo prepara también de forma sencilla, aunque cambia los condimentos. Fuimos los pioneros en comercializar este pescado aquí, hace ya 20 años cuando comenzamos con nuestro restaurante. Se coge también por la zona de Almería y tiene unas características muy singulares, además de una textura y un sabor exquisitos».
Otra imagen del Malarmao. Foto: Cosasdecome
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