Cachopo, fabes, changurro, pulpo a la gallega… platos típicos desde Finisterre a Irún se dan cita en ‘Viento del Norte’, el encantador establecimiento de ambiente familiar de una pareja de hosteleros vascos en el corazón de Marchena.

 

«En cuanto el último de nuestros hijos se independizó, decidimos hacer las maletas y venirnos para el sur» Jesús Sandonís y Mari Bernal, hosteleros vascos de dilatada experiencia profesional, siempre ansiaron vivir en la campiña sevillana. Sus olivos, paisajes y el carácter de sus habitantes les encandilaron hace años. Desde aquel entonces supieron que algún día se instalarían en esa zona de la provincia de Sevilla para regentar su propio establecimiento. Fue en 2019 cuando dejaron atrás su Bilbao natal para recalar en Marchena. Habían encontrado un local que se adecuaba a lo que buscaban: un lugar con capacidad para una quincena de comensales donde elaborar los platos más típicos del Norte en un ambiente íntimo, como si de en casa de unos amigos se tratara. Nacía así ‘Viento del Norte’. «Teníamos claro que queríamos trabajar los dos solos y hacer que nuestros clientes se sintieran en familia, que no disfrutaran solo de la comida, sino del ambiente y la experiencia», relata Sandonís.

Mari Bernal y Jesús Sandonís posan en su establecimiento. Foto cedida

Mari Bernal y Jesús Sandonís posan en su establecimiento. Foto cedida

Jesús es el encargado de la sala, mientras que Mari Bernal es dueña y señora de los fogones. «Trabajamos con producto fresco que traemos del Norte y elaboramos en el momento para el comensal. No tenemos una carta fija», explica Bernal quien añade que en la oferta gastronómica de ‘Viento del Norte’ habitualmente se encuentran clásicos «desde Finisterre a Irún» como el pulpo a la gallega, los cachopos, la anchoas del Norte, las alcachofas de Navarra con langostinos, el changurro o las cocochas de bacalao al pilpil. Estas últimas se han convertido en el plato estrella de la casa. Según revela Bernal gozan «de una gran demanda» ya que la salsa al pilpil despierta la curiosidad de los clientes «que suelen preguntarse por su composición y la forma de darle el punto y sabor justo». En lo que postres respecta, cuentan con creaciones tan conocidas como el queso de Idiazabal con nueces y membrillo o la intxaursalsa,  crema de nueces tradicional vasca.

A nivel decorativo, Mari y Jesús han querido recrear con ‘Viento del Norte’ el prototipo de taberna del Norte de España con un fuerte protagonismo de madera de haya, aunque con un predominio de tonos blancos y grises bastante actual. «Hemos traído un trocito a nuestra tierra al que es nuestro nuevo hogar. Al público sevillano le gusta nuestra gastronomía y cada vez contamos con más clientes de distintos puntos de la provincia», concluyen, satisfechos, estos propietarios.

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