Ahora funcionan también como cafetería con tostadas y café y cuentan con terraza y mesas. Aquí un video con el aspecto del nuevo establecimiento
«Yo creo que este sitio también tiene su cosita. No hemos perdido nuestra personalidad» comenta Antonio Paz, emocionado por la respueta de los primeros clientes en este primer fin de semana en su nueva ubicación, en Gelves, en el callejón del Pandero, muy cerca del pabellón municipal de deportes y de la estación de la ITV.
El sitio ocupa una especie de kiosko pero de grandes dimensiones situado en el callejón. El local tiene forma alargada y en el se aloja la cocina, donde elaboran los churros y los pollos a la vista del público y luego un pequeño comedor donde hay mesas altas y bajas. Fuera otra pequeña terraza. En la esquina y conectado con la cocina el despacho de calentitos, a la vieja usanza de estos establecimientos donde el público adquiere con papelones sus calentitos.
Son las diez y media del domingo 13 de marzo y la cola para comprar los calentitos de Antonio y que despacha su esposa Inmaculada Carnal es larga. Se suceden los saludos y los «olés», algunos de antiguos clientes de La Alfalfa, que se han acercado hasta Gelves para disfrutar de su desayuno de los domingos y también nuevos clientes, algunos de los cuales conocen al matrimonio ya que viven en la población aljarafeña.
Junto a ellos, Javier, y su novia Carmen, que se han incorporado también al negocio familiar los fines de semana para ayudar en la calentería. De hecho es Javier el que estaba a las diez y media al mando de las perolas donde se frien los calentitos.
Siguen vendiendo los mismos productos calentitos de rueda y de papa, chocolate, para desayunar y merendar, y luego al mediodía chicharrones, alitas de pollo fritas y pollos asados.
Eso sí los desayunos los han reforzado ahora con tostadas. «Cuenta que ponemos una de jamón del bueno que están de escándalo» comenta Antonio. En principio, funcionan en las mesas y en la terraza con autoservicio y los clientes recogen los calentitos y la bebida en un pequeño mostrador situado junto a la cocina.
Antonio resalta que «incluso la maquinaría, que tiene más de 30 años, nos la hemos traido para acá. ¿A qué los calentitos están igual?» pregunta.
Defiende el nombre de calentitos para su producto, nada de llamarle churros. Defiende la profesión y cuenta como su padre, Manuel Paz Pérez, que fundó la calentería a principios de la década de los 40 del siglo XX «era de los pocos que tenía el título de maestro de masas fritas» destaca. El, comenzó muy joven y ya lleva también 42 años friendo calentitos.
Horarios, localización, teléfono y más datos de la calentería La Alfalfa, aquí
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