El astigitano bar Canarias cierra sus puertas tras más de medio siglo dando vida a tapas y platos de gran popularidad en la localidad. Problemas de salud han obligado a sus propietarios, Alfonso Megolla y María del Carmen Rosa, a tomar esta decisión.
Alfonso Megolla Carrillo aún recuerda cuando, con siete u ocho años, ya se encaramaba a una caja de refrescos para llegar hasta la barra del bar Canarias. Su intención no era otra que ayudar a sus padres, Antonio Megolla y Mercedes Carrillo en el establecimiento familiar. Todavía le faltaba altura. Pero no ganas ni empuje. Algo le hacía intuir que aquel local se convertiría en parte importante de su vida.
Corría el año 1968 cuando el matrimonio Megolla Carrillo fundó el Canarias, un bar de cocina tradicional que desde hace cuarenta años ha capitaneado su hijo Alfonso junto María del Carmen Rosa, su esposa. Una cocina tradicional cuidada y la variedad de su oferta gastronómica lo convirtieron en toda una institución en la localidad. Durante este mes de junio de 2022, Alfonso y María del Carmen han echado el cierre definitivo al negocio familiar. Muy a su pesar. «Nos da mucha tristeza pero nos hemos visto obligados a tomar esta decisión por motivos de salud», explica el propietario.
Con su marcha, Écija se despide de algunas de sus creaciones más emblemáticas como los callos a la andaluza o los huevos a la bechamel. También tenían un fuerte tirón las patatas bravas, ensaladilla, consomé, pinchitos o gambas al ajillo. En este sentido, Megolla y Rosa consideran que el secreto de su éxito ha residido en una cocina casera, hecha al instante, con productos de calidad «y sin nada precocinado o de quinta gama» «Y que hemos tratado a cada una de nuestras creaciones como a un hijo, con cuidado y cariño, para que salieran muy ricas», puntualizan.
Aunque algunas de estas recetas forman parte del legado gastronómico de los padres de Alfonso, fue María del Carmen la verdadera artífice y creadora de la mayoría de las elaboraciones del bar Canarias. Esta cocinera entregada disfrutaba tanto picando meticulosamente la carne para una hamburguesa como experimentando con su personal salsa para las patatas bravas. «Y siempre con la capacidad de convertir lo sencillo en exquisito», señala su marido.
En los últimos años, el bar Canarias también ha despertado el interés de los astigitanos por su ‘invención’ de un vermú propio. Megolla y Rosa se consideran unos enamorados de esta bebida y en uno de sus viajes a Madrid se agenciaron con dos variantes artesanales de este vino. Comenzaron a probar con distintas proporciones hasta dar vida a una variante propia, la primera de la zona antes de que llegara a la Sierra Sur sevillana el furor vermutero.
«Resulta imposible resumir todo lo que hemos vivido en estos cuarenta años. Pero estamos muy orgullosos de lo conseguido y, sobre todo, del cariño de nuestros clientes y de Écija entera», sentencian a modo de despedida.
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