Locco Burguer, un establecimiento abierto en Los Remedios por el cocinero Román de Castro, formado en la Escuela de Hostelería del Alabardero, quiere elevar el mundo de los bocadillos de carne picá al terreno gourmet

 

El mundo de la hamburguesa se sofistica cada día más y los cocineros formados en escuelas de alta cocina se van introduciendo en este campo con decisión. Este es el caso de Román de Castro, un cocinero de 27 años formado en la Escuela de Hostelería del Alabardero y que ha cumplido uno de los sueños de su vida, poner en marcha una hamburguesería y además en el barrio en que nació.

Locco Burger, como ha bautizado a su establecimiento está en el número 6 de la calle Salado. Ocupa el espacio de otro establecimiento donde estaba él mismo, Maricucha, un sitio de cocina divertida que puso en marcha junto a otro chef, Manuel Mediavilla, que pronto abrirá Candelá Brasas en la calle Mercedes de Velilla número 20 de Camas.

El cocinero Román de Castro posa delante de una de las pinturas que decoran Locco Burguer. Foto: Cosasdecome

Román señala que «me apasiona el mundo de las hamburguesas y de ahí el nombre del establecimiento. De hecho viajo a Madrid con frecuencia para probar los sitios que más están sonando allí porque se están abriendo muchos espacios y cuidando mucho el género, otorgándole mucha calidad».

Esta es la idea del cocinero en el establecimiento que ha abierto en la calle Salado. «Aqui todo lo hacemos nosotros. Las patatas no son congeladas, las cortamos aquí y además con una máquina especial para que salgan iguales de tamaño y se frian bien. Las salsas son creaciones nuestras, la carne es de vaca morucha que nos traen desde El Descansillo, una firma de prestigio en Sevilla y el pan lo traemos desde Málaga, también artesano. Lo cuidamos todo para que la persona que pruebe aquí una hamburguesa se vaya contenta».

En las paredes llamativos y coloristas dibujos realizados por «Pa Siempre Tattoo», una tienda especializada en tatuajes situada en la calle Pagés del Corro. Hay barra y mesas altas y bajas en un local con forma de tubo. Fuera, una pequeña terraza con dos o tres mesas. También preparan las hamburguesas para llevar y sirven a domicilio.

El donutesco, una de las propuestas más originales de Locco Burger. Foto: Cedida

En lo que se refiere a la carta el plato principal es la hamburguesa con hasta ocho opciones diferentes. Pero antes hay algún aperitivo que gira en torno a la misma comida divertida y salsera que proponen con los bocadillos. Así hay unas patatas fritas que se mezclan con salsa ranchera después de fritas y se les agrega bacon crujiente. El toque final su pegotón de queso por lo alto. Hay también alitas de pollo picantes, hechas a baja temperatura y luego fritas, nachos con todos sus avios: guacamole, nata agria, carne picada y queso o queso frito. Aunque el aperitivo más llamativo es el «donutesco». Se trata de un donut, de los de toda la vida, que abren por la mitad y rellenan con queso y una salsa picante. La pieza va colgada en un soporte vertical, como puede verse en la foto y debajo lleva una cazuela con salsa de tomate realizada por el propio establecimiento. La presentación llama la atención ya que el queso, fundido, va cayendo sobre la salsa de tomate.

Para acompañar tienen, además de la cerveza de grifo, de Alhambra, una selección de cervezas internacionales. Pero vamos a lo que es el bocadillismo. El pan que usan para las hamburguesas es el llamado «de patata». Se trata de un pan elaborado por la famosa firma malagueña «Juanito Baker» y es un brioche, el típico de las hamburguesas, solo que para su elaboración se usa también harina de patata.

Dentro, cada hamburguesa lleva dos ruedas de carne de vaca morucha, de la firma de Morón El Descansillo. Cada rodaja de carne tiene 70 gramos de peso y se hacen mediante el método «smash» que es apretar la bola de carne sobre la plancha mediante una espatula para así facilitar que la carne quede bien dorada por su parte exterior.

El comedor y la barra de Locco Burger. Foto: Cosasdecome

Ya luego vienen los juegos de complementos y de salsas. Román de Castro destaca que una de las cosas originales que proponemos es que cada cliente se puede hacer su propia hamburguesa escogiendo entre los ingredientes que tienen disponibles. Todas las burger llevan «las papas fritas puestas», incluidas en el precio y las sirven solas, con una mezcla de especias por encima o con un toque de trufa.

Todas las hamburguesas tienen nombres que tienen que ver con la locura. Hay una hamburguesa del mes y otras siete fijas. La estrella de la casa es la «Locco» que lleva doble ración de queso Cheddar, cebolla pochada, bacon crujiente, pepinillos y la salsa de la casa. Tienen también la «Bliss» que lleva una sola hamburguesa y más gorda que las otras. Para los que quieran experimentar nuevos sabores la «Confuse»  con queso Camenbert, emulsión de trufa, huevo campero frito y cebolla caramelizada con whisky.

La hamburguesa Delirium que lleva huevo campero dentro. Foto: Cedida.

Hay también una opción para los vegetarianos y otra para los que no les guste la ternera. En este caso se trata de una hamburguesa realizada con carne de alitas de pollo deshuesadas, que se empana y se frie y que se acompaña con queso Cheddar, pepinillos, lechuga batavia, cebolla frita y salsa de la casa. Aquí se puede ver la carta completa de hamburguesas con sus precios.

En los postres se sigue la misma línea de la casa con tres propuestas, también elaboradas por ellos mismos y que van desde una tarta de queso, el postre de moda, a una especie de batido de galletas oreo coronado con Chantilly pasando por una crema de galletas Joy y migas de Brownie.

Horarios, localización, teléfono y más datos de Locco Burger, aquí.

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