Catalina La Barra o el bar de los cuatro taperos

El grupo Panot, los de La Quinta Brasería, abre bar de tapas a lo clásico en la plaza de La Alfalfa. El establecimiento llama la atención por su amplia barra repleta de vitrinas

Catalina La Barra es toda una reivindicación del tapeo a lo clásico, del bar que te llama la atención con una amplia exposición de tapas que se exponen insinuantes en el mostrador detrás de las vitrinas, como si fueran joyas pero comestibles.

Catalina La Barra, que ha abierto hoy miercoles 21 de junio sus puertas, tiene una inmensa barra en forma de u que tiene una veintena de metros. La totalidad del espacio está cubierto por hasta cuatro vitrinas de cristal donde se exponen fuentes blancas con tapas y también mariscos y pescados. La idea es de dos hosteleros ya con amplia experiencia en el sector, Gonzalo Villalba y Albert Granados que ya regentan La Quinta Brasería, que abrieron en 2015 y Catalina Casa de Comidas, otro local situado justo al lado de la brasería y que pusieron en marcha en 2010.

Ahora apuestan por la tapa que parece ser el objetivo que están ahora afrontando los grandes grupos hosteleros de Sevilla y apuestan también por la zona de La Alfalfa, un espacio que en los últimos años está ganando mucha fuerza gastronómica con la llegada de nuevos locales.

Vista exterior de Catalina La Barra. En primer plano la terraza. Foto: Cosasdecome

El establecimiento ocupa el espacio en el que estuvo el Horno de San Buenaventura. Se mantienen los grandes ventanales que dan luz al establecimiento, pero el sitio ha sido completamente renovado bajo las directrices de todo un clásico ya en la hostelería sevillana, el grupo Persevera.

En el interior no hay mesas, tan solo barra y contrabarra. En ambos sitios se sitúan taburetes para los que quieran sentarse, pero se busca la «barra de codo» sevillana. El suelo está en damero y la barra está recubierta de madera y mármol, otro clásico. Evidentemente no falta la Cruzcampo y las columnas y las paredes están recubiertas de azulejos. En la zona superior de la barra hileras de copas que dan vistosidad al espacio.

Albert Granados, uno de los socios del grupo Panot, que regenta el nuevo establecimiento. Foto: Cosasdecome

De diseñar la carta de tapas, igual para todo el espacio del bar, se ha ocupado el director gastronómico del grupo, Gonzalo Villalba. No faltan ninguno de los clásicos: ensaladilla, tortilla, croquetas, papas aliñás, papas alioli, boquerones en vinagre, montaditos de gambas alioli, papas bravas, carrillada o cola de toro, y hay sitio incluso para la arqueotapatología con huevos rellenos, el salpicón de gambas y pulpo o una versión de los choricitos «al vino» realizada con jabuguitos flambeados con vinos de Jerez.

Unos cuantos huevos rellenos para comerte media docena…sin exagerá

No faltan tampoco tapas con un toque más innovador como un pan brioche de pastrami de pollo o unas albóndigas de presa ibérica con espinacas. El sitio también tiene carta de postres propios.

Albert Granados, el socio que se ocupa de dirigir la atención al cliente, destaca también la carta de vinos con la que cuenta el nuevo establecimiento. La propuesta tiene varias páginas con dos puntos a destacar, una amplia presencia de etiquetas andaluzas, especialmente jereces, con los que se abre la carta y también el hecho de que la mayoría de los vinos se puede copear.

El pan también lo han cuidado y lo traen de la panadería Biga de Triana.

Uno de los taperos del establecimiento. Foto: Cosasdecome

En cuanto a los precios las tapas y platos oscilan entre los 3,50 que sale la ensaladilla o los 2,9 de los huevos rellenos a los seis euros a los que salen los montaditos o los 16 a los que salen los platos de almejas o de coquinas. Los platos más caros son unas alcachofas de Tudela con yema y jamón ibérico (16 euros) o el lomo bajo trinchado de vaca vieja madurada que sale a 24.

Aquí puede verse al completo la carta de apertura de Catalina La Barra (actualizada a 21 de junio de 2023):